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La Paz (Jueves, 25-04-2013, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal Boliviana exigió a las autoridades del país poner fin a la preocupante oleada de robos en los históricos templos del país, que en menos de seis meses significaron la pérdida de invaluables elementos en cinco templos considerados oficialmente como Monumento Nacional. El último de los delitos fue la extracción de la corona, la medialuna y el canastillo de la imagen de la Santísima Virgen en el Santuario de la Virgen de Copacabana el pasado 22 de abril.
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| La venerada imagen de la Virgen de Copacabana fue la más reciente víctima de la oleada de hurtos de patrimonio de arte sacro en Bolivia. |
«En respuesta a la gravedad de estos robos, como Iglesia nos unimos a los diversos pedidos de la sociedad civil para esclarecer estos hechos a la brevedad posible», anunció la Conferencia Episcopal, a través del Secretario para la Pastoral, P. Giovani Arana. «Estas investigaciones deben dar con los responsables, cualquiera que ellos fueran, y asegurar la devolución de los objetos sustraídos».
En una conferencia de prensa sobre la problemática, el Secretario para la Pastoral recordó las acciones de la Iglesia para valorar y cuidar el patrimonio de arte sacro que no sólo representa un gran valor para los católicos sino que hace parte de la herencia cultural de todos los ciudadanos del país. Sin embargo advirtió que, «si bien la propia Iglesia católica hace lo posible para cuidar estos bienes, en la práctica no tiene la ayuda técnica y económica necesaria para la seguridad interna de los templos y lugares abiertos al público, que sería deseable obtener del gobierno y otras instituciones».
El P. Arana hizo un llamado para una «acción conjunta» entre la Iglesia y las autoridades, porque las circunstancias exigen «una acción vigorosa y urgente si de veras se quiere defender uno de los tesoros artísticos más ricos del continente». El Secretario advirtió que las sustracciones «ponen en evidencia la existencia de redes delincuenciales que trafican con obras artísticas», que podrían estar siendo llevadas a otros países.
Este valioso patrimonio tiene para la Iglesia en Bolivia una enorme importancia, por ser el testimonio de «la gran obra evangelizadora del siglo XVII y siguientes realizada por los misioneros españoles». A través de esas obras de arte, además de una finalidad estética y cultural, se alcanzó el fin último de la Evangelización. «A través del espacio y del recinto sagrado y de las obras que contenían, dentro de armoniosa unidad, los indígenas aprendieron a descubrir la Fe a través de la belleza», recordó el Secretario.
El sacerdote recordó que el arte sacro boliviano es también un arte mestizo, que combinó «la inspiración, el genio y la cultura de europeos y autóctonos», e invitó a trabajar por la protección de estas obras. El patrimonio de la Iglesia es «fruto de la acción de todo el pueblo de Dios» y también «la herencia irrenunciable que nos legaron nuestros mayores y parte integrante de nuestro ser histórico», expuso el P. Arana.
Con información de Iglesia Viva.
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