Ciudad del Vaticano (Jueves, 24-04-2013, Gaudium Press) Funcionarios del Instituto de Obras de Religión (IOR), conocido también como «Banco del Vaticano», tuvieron oportunidad ayer de escuchar al Papa Francisco decir que la Iglesia no es una organización burocrática: «la Iglesia es una historia de amor, no una ONG».
La frase fue dicha en la homilía hecha por el Papa durante la Misa celebrada por él, ayer por la mañana, en la Capilla de la Casa Santa Marta, en el Vaticano.
Comentando las lecturas del día que narran vicisitudes de la Iglesia naciente, explicó que los discípulos no son los que hicieron la Iglesia, ellos son enviados, enviados de Jesús. Y Nuestro Señor Jesucristo es el enviado del Padre: «Y entonces (…) la Iglesia comienza allá, en el corazón del Padre, que tuvo esta idea… no sé si trata propiamente de una idea: el Padre tuvo amor. Y comenzó esta historia de amor, esta historia de amor tan larga en el tiempo y que todavía hoy no acabó. Nosotros, mujeres y hombres de Iglesia, estamos en medio de una historia de amor: cada uno de nosotros es un anillo en esta cadena de amor. Y si no entendemos eso, no entendemos nada de lo que sea la Iglesia».
El Papa continuó con sus palabras explicativas: «la Iglesia no crece con la fuerza humana; algunos cristianos se equivocaron por razones históricas, hicieron ejércitos, guerras de religión: eso es otra historia, que no es esta historia de amor. Jesús dijo que la Iglesia crece simplemente como la semilla de mostaza, crece como fermento en la harina, sin alarde».
El Pontífice hablaba para personas que trabajan en la burocracia Vaticana y él juzgó conveniente que hablar el lenguaje de oficina los ayudaría en la comprensión de sus palabras: «cuando la Iglesia quiere vanagloriarse de su cantidad y crea organizaciones, oficinas y se torna un poco burocrática, la Iglesia pierde su principal substancia, y corre el peligro de transformarse en una organización no-gubernamental, en una ONG. Y la Iglesia no es una ONG. Es una historia de amor… Las oficinas son necesarias, pero hasta un cierto punto: lo importante es cómo ayudo esta historia de amor. Pero cuando la organización está en primer lugar, el amor desaparece y la Iglesia, pobrecita, se torna una ONG. Y este no es el camino».
El Santo Padre afirmó que la Iglesia no es una organización, mostrando que ella es una Madre: «No: es Madre. Es Madre. Aquí hay muchas madres en esta misa. Cómo ustedes se sentirían si alguien dijese: ¿‘Pero… usted es una organizadora de su casa’? ‘No: ¡yo soy la madre!’. Y la Iglesia es Madre. Y nosotros estamos en medio de una historia de amor que va adelante con la fuerza del Espíritu Santo y nosotros, todos juntos, somos una familia en la Iglesia, que es nuestra Madre».
Y el Papa encerró pidiendo a Nuestra Señora «la gracia de la alegría, de la alegría espiritual de caminar en esta historia de amor». (JS)
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