Bogotá (Viernes, 26-04-2013, Gaudium Press) Mañana, 27 de abril, tendrá lugar en Colombia una Jornada de Oración por la Dignidad del Trabajo. El evento es impulsado por la Pastoral de los Trabajadores, organismo que hace parte del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) – Cáritas Colombia.
La Jornada, que será la primera que se realice a nivel nacional -anteriormente sólo se celebraba una Santa Misa con los trabajadores-, tiene por objeto animar a las personas del mundo del trabajo a reflexionar sobre su dignidad, así como facilitar el encuentro con Jesús Obrero.
«Su objetivo es el encuentro personal de cada trabajador con Jesús Obrero, quien sale a nuestro encuentro como pueblo trabajador. Él, como trabajador del Padre nos indica el camino hacia Dios, quien le da sentido a nuestra vida y nos dignifica como sus hijos», según exponen los organizadores en información sobre la Jornada.
Entre las actividades que tendrán lugar, en Bogotá se celebrará una solemne Eucaristía que será presidida por Mons. Gabriel Londoño, Párroco de Nuestra Señora de las Nieves. En ella se prevé la participacón de varios representantes de organizaciones de trabajadores.
Igualmente, la Pastoral de los Trabajadores está convocando a cada jurisdicción eclesial colombiana para que se sume a esta Jornada con celebraciones eucarísticas paralelas, también con la participación de los trabajadores. Para ello ha dispuesto una serie de materiales guía, que pueden consultarse en la página web de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Justamente, con motivo de esta Jornada, Mons. Jorge Alberto Ossa Soto, Obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, dirigió un mensaje a los trabajadores. En él les recuerda que un trabajo digno tiene nos sólo derechos, sino también deberes: El trabajo es al mismo tiempo un derecho y un deber. Un derecho que abre infinidad de posibilidades, que permite expresar la riqueza de cada persona; con la obra de su trabajo los hombres y mujeres se incorporan y participan en la obra de la creación y contribuyen a la transformación del mundo, a su crecimiento personal y de la familia que conforman. El trabajo es la vez un deber, quien no desea trabajar retrasa el desarrollo de la comunidad».
En la misiva, el prelado también agradece y felicita a los trabajadores: «Felicitamos a todos los trabajadores y obreros en su día, les agradecemos el aporte en la construcción de la sociedad; agradecemos también y felicitamos a quienes con su emprendimiento y capital crean y posibilitan que muchos obreros y trabajadores tengan un trabajo justo y una remuneración justa».
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
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