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Deir Ezzor – Siria (Viernes, 26-04-2013, Gaudium Press) Una violenta explosión destruyó por completo la última iglesia que permanecía intacta en Deir Ezzor, uno de los 14 distritos de Siria.
El atentado ocurrió el último día 15 y afectó también al convento de los frailes franciscanos capuchinos en la región.
De acuerdo con el Vice-provincial de los Frailes Capuchinos en Oriente Medio y responsable por la presencia de los frailes capuchinos en el Líbano y en Siria, Fray Tony Haddad, «ya no existen cristianos en aquella área».
Además de los capuchinos, las Hermanas de Madre Teresa también vivían en la región de Deir Ezzor y realizaban sus obras de caridad en el mismo convento, cuidando de diez ancianos.
Hay divergencias sobre cómo la iglesia y el convento fueron destruidos. Una hipótesis defiende que combatientes de la oposición se atrincheraron en la iglesia y el ejército del gobierno atacó la misma, destruyéndola. Otra hipótesis apunta un auto bomba estacionado en frente a la iglesia como el causador de la destrucción.
Fray Tony Haddad explicó que el odio y la violencia que reinan en la región están alejando a los cristianos del lugar. «Nuestros dos hermanos frailes, las hermanas de Madre Teresa y los diez ancianos que vivían con ellos pudieron escapar con la ayuda de la Cruz Roja internacional libanesa y siria, y gracias al trabajo de sus respectivas nunciaturas. Ellos eran los últimos cristianos que existían en la región».
«La iglesia de piedra podrá ser reconstruida en un futuro, cuando resurja una primavera de paz en nuestro Oriente Medio. En casi cuatro siglos de historia, nuestra vice-provincia sufrió varias destrucciones y persecuciones, pero siempre resucitó, con Cristo resucitado», concluyó el sacerdote. (EPC)
Con informaciones de la AICA.
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