Ciudad del Vaticano (Jueves, 02-05-2013, Gaudium Press) La Oficina de Prensa de la Santa Sede destacó una entrevista realizada por el informativo L’Osservatore Romano al Sustituto de la Secretaría de Estado, el Arzobispo Angelo Becciu, quien aclaró que el tema de la reforma de la Constitución Apostólica Pastor Bonus deberá seguir el orden establecido por el Santo Padre Francisco. Además, desmintió algunas informaciones erradas en torno a la función de los Cardenales elegidos por el Santo Padre para aconsejarlo en este proceso.
Arzobispo Angelo Becciu, Sustituto de la Secretaría de Estado. Foto: CNS |
Mons. Becciu manifestó su extrañeza por la cantidad de sugerencias de todo tipo sobre una eventual reforma del gobierno central de la Iglesia. «Efectivamente, es un poco extraño: el Papa aún no se ha reunido con el grupo de consejeros que ha elegido y ya llueven consejos». El prelado afirmó que, de acuerdo a lo que él ha conversado con el Santo Padre, cualquier suposición en la materia es prematura. «El Papa Francisco está escuchando a todos, pero en primer lugar, querrá escuchar a aquellos que ha elegido como consejeros», manifestó.
El Sustituto de la Secretaría de Estado también afirmó que las informaciones recientes sobre la supuesta voluntad del Papa de suprimir el Instituto para las Obras de la Religión (IOR) son especulaciones: «El Papa se ha sorprendido de que se le atribuyan frases que nunca ha pronunciado y que tergiversan su pensamiento». La frase en la que se sustentan estas teorías fue una mención improvisada del IOR en una homilía en la que estaban presentes algunos empleados de este organismo. Según el Arzobispo, la intención del Papa era referirse a ellos a manera de saludo y aconsejarles «no perder nunca de vista la naturaleza esencial de la Iglesia».
Discernimiento espiritual para el bien de la Iglesia
Mons. Becciu comentó que no se puede prever un «agenda» de reestructuración de los Dicasterios y que el Santo Padre Francisco decidió ratificar los cargos «hasta nuevo aviso» (donec Aliter provideatur), en lugar del período acostumbrado de cinco años. «Esto indica la voluntad del Santo Padre de tomarse el tiempo necesario para la reflexión – y la oración, no hay que olvidarlo – para tener un panorama detallado de la situación», explicó el Sustituto.
Finalmente, el Arzobispo explicó que el carácter consultivo del grupo de Cardenales que ayudarán al Santo Padre en este tema no disminuye en modo alguno la autoridad suprema del Pontífice. «Se trata de un órgano consultivo, no de toma de decisiones y realmente no veo cómo la decisión del Papa Francisco pueda poner en duda el primado». La decisión de pedir consejo es propia del estilo de gobierno del Santo Padre y la misión de los Cardenales es muy importante, comentó.
«La función de aconsejar debe interpretarse desde una perspectiva teológica: desde una óptica mundana podríamos decir que un consejo sin poder de decisión es irrelevante; pero eso significaría equiparar la Iglesia a una empresa», aclaró Mons. Becciu. «En cambio, desde el punto de vista teológico, el consejero tiene una función de absoluta importancia: ayudar al superior en su tarea de discernimiento, es decir, en entender lo que el Espíritu pide a la Iglesia en un momento histórico determinado. Sin esta referencia, por otra parte, no se entendería nada sobre el verdadero significado de gobierno en la Iglesia», concluyó el prelado.
En días pasados, el P. Thomas Rosica, quien asistió al Portavoz de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, durante la transición papal, elaboró una completa guía de información de contexto para aclarar confusiones sobre la labor de la Curia Romana y el proyecto de revisión de su funcionamiento. La guía traducida al idioma español puede ser consultada a través del siguiente vínculo.
Con información de Vatican Information Service
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