Topeka – Kansas (Viernes, 03-05-2013, Gaudium Press) El mes pasado fue de gran alegría para los «Pro-vida» en el estado de Kansas, EE.UU. Entre otras realidades, fueron aprobadas dos leyes de gran trascendencia, en defensa del ‘nasciturus’.
La ley «Civil Rights for the Unborn» (Derechos civiles para el ‘no nacido’) promulgada el 10 de abril previene, por ejemplo, contra las «demandas de vida arbitraria» (wrongful life suits), las que tienen lugar bajo la reclamación que daños pueden ser atribuidos a los padres, porque ellos no habrían dado información que los hubiera conducido a abortar su bebé. Esa ley también permite acciones civiles protegiendo al niño en gestación durante los nueve meses, y no solo después de su «viabilidad», por ejemplo en el caso de muerte de un no-nacido resultante de un accidente de auto con presencia de alcohol, o de un asalto violento a una madre.
Asimismo, fue promulgada el 19 de abril otra reglamentación, que busca, entre otros objetivos, proteger la libertad religiosa de los contribuyentes de ese estado americano.
«Queremos proteger la libertad religiosa tanto como sea posible en el estado de Kansas, y este proyecto de ley da un gran paso en esa dirección al no obligar a los contribuyentes de ninguna manera o forma a pagar abortos con su dinero», dijo la senadora Mary Pilcher-Cook, uno de los patrocinadores de la legislación, en declaraciones al National Catholic Register. La ley impide que los impuestos sean usados de cualquier manera, incluso indirecta, para pagar abortos. Por ejemplo, no permite que los costos de abortos puedan ser deducidos de los impuestos, alegando que son dispensas médicas, ni permite exenciones fiscales para quienes proveen abortos.
«Todos los contribuyentes pueden ahora tener la certeza que nada de su dinero está siendo usado para abortos» dijo la senadora Pilcher-Cook, que es también la presidente del Comité de Salud del Senado estatal. «La legislación prohibe el uso de fondos públicos en cualquier sentido de facilitar abortos», recalcó.
Igualmente, la ley prohíbe los abortos selectivos por sexo, y establece de una manera aún más clara la información que debe ser dada a la mujer antes de un aborto, lo que es ocasión para que no pocas se retracten de tal práctica.
De la misma manera, esta legislación establece los mecanismos para mantener a los proveedores de abortos fuera de los salones de clase, de forma tal que «los padres pueden estar tranquilos de que sus hijos no son expuestos a políticas de abortos en las clases de educación sexual», expresó Pilcher-Cook.
Ayuda a los no nacidos con incapacidades y una declaración de principios estatales con referencia al no nacido
La nueva ley establece también ayudas para familias que tienen un diagnóstico pre o post-natal de un niño con alguna incapacidad. Por ejemplo, instituye una red local de registros de familias que deseen adoptar recién nacidos con síndrome de Down.
Finalmente, la ley declara que la vida de cada ser humano comienza en la fertilización y que «todas las leyes del estado deben ser interpretadas y entendidas para proteger los derechos, privilegios e inmunidades del niño no nacido, sujetos solo a la Constitución de los EE. UU. y las decisiones judiciales e interpretaciones de la Corte Suprema de los EE.UU.», lo que constituye algo a la manera de declaración de valores del estado al respecto.
Con información del National Catholic Register
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