Los Ángeles (Jueves, 09-05-2013, Gaudium Press) El Arzobispo de Los Ángeles, EE.UU., Mons. José Gómez, invitó a los fieles a aprovechar el mes de mayo, dedicado a Nuestra Señora, para aumentar la devoción a la Madre de Dios y aprender de ella la confianza plena en Dios.
«Nosotros crecemos en fe y santidad si permanecemos próximos a María, si escuchamos sus palabras y aprendemos con su ejemplo», declaró el prelado.
Comentando la Anunciación de Nuestra Señora, el Arzobispo de Los Ángeles resalta la confianza en Dios que María demostró cuando respondió al ángel ‘hágase en mí según tu palabra’.
Según el prelado «esa es la actitud que precisamos tener para vivir como hijos de Dios y de María. Como Jesús y María, tenemos que confiar que nuestro Padre celestial sabe que es lo mejor para nosotros, que Él tiene un plan y una razón de ser para nuestras vidas».
«También podemos aprender del hábito que María tenía de reflexionar sobre la vida de su Hijo. El Evangelio nos dice que ella guardaba sus palabras y se preguntaba sobre el significado de sus acciones».
Mons. José Gómez exhortó a los fieles a seguir este ejemplo, dedicando un momento del día para contemplar las palabras y hechos de Jesús a través de una lectura orante de los Evangelios. «Como María, deberíamos guardar sus palabras y su ejemplo en nuestro corazón. Todos los días deberíamos pedir en nuestras oraciones la gracia que necesitamos para amarla más y para ser más como Jesús».
«María nos enseña a estar abiertos a lo que Jesús quiere hacer en nuestras vidas. Ella acogió a Jesús en su vida y lo entregó al mundo. Eso también debería ser un ejemplo para nosotros. Deberíamos estar siempre listos para llevar el don de Jesús a los demás», agregó.
El Arzobispo de Los Ángeles invitó a los fieles para que «en este mes de María, al orar unos por los otros, practiquen algunas obras para profundizar la devoción a Nuestra Señora. Quizás sea rezar el Rosario con más devoción y afecto. Tal vez sea rezar una oración mariana especial como el Memorare. Debemos asegurarnos de que Nuestra Señora siempre tenga un lugar importante en nuestras vidas», concluyó. (EPC)
Con informaciones de la EWTN.
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