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| La Adoración Eucarística y la devoción mariana se conjugan en «Un día con María». |
Estados Unidos (Miércoles, 15-05-2013, Gaudium Press) 97 años después de las apariciones de la Santísima Virgen en Fátima, Portugal, muchos católicos aún no conocen el mensaje que ha merecido el reconocimiento de los últimos Pontífices de la Iglesia Católica y que ha tenido su expresión más reciente en la consagración del pontificado del Papa Francisco a la Virgen de Fátima el pasado 13 de mayo (ver noticia anterior).
Para extender esta devoción, el apostolado «Un Día con María», creado por la comunidad de Franciscanos de la Inmaculada y la Asociación de Fieles «Mission of the Immaculate Mediatrix», promueve en Estados Unidos un día de retiro parroquial en honor a la Madre de Dios.
Devoción y Sacramentos
La jornada comienza con una exposición en video de la historia de las apariciones en Fátima, seguida por oraciones y devociones diversas, que se complementan con dos charlas sobre la Eucaristía y la Santísima Virgen. El núcleo de «Un Día con María» es la Adoración Eucarística, el Rezo del Santo Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia y la celebración de al Eucaristía. Durante el día de retiro se encuentra disponible el sacramento de la Confesión.
La iniciativa también incluye otros actos de piedad como la procesión y Coronación de la Santísima Virgen, un Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María y la imposición del Escapulario del Carmelo y la Medalla Milagrosa. Los beneficios espirituales de los sacramentos y los actos de piedad, sobre los cuales la tradición de la Iglesia reconoce numerosas promesas, se complementan con una gracia especial concedida por la Santa Sede a sus participantes: la indulgencia plenaria, obtenida bajo las condiciones usuales.
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| La jornada incluye dos predicaciones sobre la Santísma Virgen y la Eucaristía. |
Esta jornada de oración tuvo su origen en Inglaterra en 1986 y fue celebrada en 1993 en el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, en Italia. En Londres, la Catedral de Westminster convoca a su celebración anualmente, a la cual asisten más de mil fieles, y diversas parroquias del país acogen la jornada durante el año, especialmente en el día sábado.
«En mi opinión, ese ha sido un factor significativo para sostener la fe en Londres», afirmó a National Catholic Register el P. Ignatius Manfredonia, Franciscano de la Inmaculada residente en Griswold, Estados Unidos. Su comunidad conoció la iniciativa durante la visita a una parroquia en Inglaterra y la encontró notablemente compatible con el carisma de la congregación. Desde entonces, la jornada comenzó a realizarse del otro lado del océano.
Los dos pilares de la fe cristiana
«Fátima no es sólo un mensaje mariano, sino también un mensaje eucarístico», expuso el P. Ignatius. «Hay dos pilares en nuestra vida cristiana: Jesús y María, la Eucaristía y el Rosario». Este mismo sentimiento es compartido por los sacerdotes que promueven la realización de la jornada en sus parroquias. «Cuando hablamos de la Nueva Evangelización», explicó el P. Dariusz Jonczyk, de la parroquia de San Estanislao en Rhode Island, «tenemos que enfocarnos en Jesús, pero también tenemos que enfocarnos en María, la Madre de Jesús. Ella es también la Madre de la Nueva Evangelización».
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El coordinador del equipo de laicos que apoya el programa en el Oeste de Connecticut y Rhode Island, David Ethier, expresó la importancia de «la jornada, en especial del significado del Acto de Consagración. Para él, a través de consagrar la vida a la Santísima Virgen «nos hacemos las manos, los pies y la voz de Nuestra Señora y, donde quiera que vamos, ella está viviendo el mensaje de Jesús en nosotros», comentó. «Un Día con María nos ayuda a ponerlo en práctica».
«Un día con María» se ha venido llevando a cabo en parroquias de diversas poblaciones, especialmente en el Noroeste de Estados Unidos. «El proyecto de paz de Nuestra Señora en Fátima es incluso más necesario hoy, viendo el panorama de lo que sucede en el mundo», afirmó el P. Ignatius. «Verdaderamente se necesita la devoción a su Corazón inmaculado, el Rosario diario, el sacrificio, la conversión. Es el plan de Nuestra Señora para llevar las personas al Señor».
Actualmente, la jornada de oración se realiza de manera mensual en Australia y ha llegado también a Singapur. El P. Ignatius confía en que el apostolado irradiará notables beneficios a todos los lugares a los cuales se extienda. «Nunca he estado en «Un Día con María» sin recibir alguna gran gracia», expresó.
Con información de National Catholic Register.
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