Ciudad del Vaticano (jueves, 16-05-2013, Gaudium Press) «Hace falta una re proposición cultural», afirmó Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia durante una rueda de prensa el pasado 14 de mayo en Roma. El prelado denunció que la cultura ya no reconoce el carácter permanente del matrimonio: «Por desgracia hoy en día si das el ‘Sí para toda la vida’ a tu equipo de fútbol, es más aceptable que si lo das a tu marido a tu mujer».
Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia. |
La erosión en el reconocimiento cultural de la indisolubilidad del matrimonio se expresa en numerosos hechos cotidianos,aceptados como normales por la sociedad. «Hoy día, ya nadie hace la comunión de los bienes, porque dicen ‘nunca se sabe'», denunció Mons. Paglia. De esta forma ya se llega al matrimonio con la posibilidad de un divorcio.
El prelado insistió en la gravedad que representa que no se comparta un compromiso social por la estabilidad matrimonial. También denunció que hay una transformación radical del proyecto de vida que promueve la sociedad. «Hace 30 o 40 años la sociedad no soportaba que alguien no se casara llegada a cierta edad. Pero hoy ocurre exactamente lo contrario», alertó.
Detrás de este cambio cultural se esconde una realidad que Mons. Paglia lamentó: «Cuando digo que vivimos en una ‘sociedad líquida’, me doy cuenta de la tragedia que hay detrás de este adjetivo: Significa que ya no nos fiamos de nadie. Nadie puede fiarse de nadie». Esta situación contribuye gravemente a la progresiva reducción de las familias naturalmente conformadas por un padre, una madre y sus hijos, que constituye, según el prelado, «la columna vertebral de los países».
El Presidente del Pontificio Consejo para la familia advirtió sobre el aumento del número de familias monoparentales (donde sólo está presente uno de los padres) y la disminución del número de hijos por familia. Con el pasar de los años, advirtió, «habrá tantos hijos únicos, que ya no se comprenderá cuál es el significado de la palabra hermano o hermana».
Mons. Paglia demandó que los estados apoyen decididamente a las familias naturalmente constituidas, las cuales «merecen recibir mucha más atención y ayudas por parte del estado… y más derechos fiscales». El objetivo de su apostolado, comentó, es que la familia sea reconocida como el verdadero centro de la política, la economía y la cultura.
Con información de ACI.
Deje su Comentario