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Ciudad del Vaticano (Jueves, 6-05-2013, Gaudium Press) El Cardenal Keith O’Brien, quien no participó en el Cónclave que eligió al Santo Padre Francisco como Sucesor de San Pedro por estar involucrado en un notorio escándalo sobre hechos acontecidos hace 30 años en Escocia, deberá dejar su país para «transcurrir algunos meses de renovación espiritual, oración y penitencia», según informó un comunicado oficial de la Santa Sede, el pasado 15 de mayo.
El prelado, quien reconoció en un comunicado su culpabilidad por conductas «que han caído por debajo de los estándares esperados como sacerdote, Arzobispo y Cardenal», renunció a su cargo en la Arquidiócesis de San Andrés y Edimburgo el pasado 25 de febrero. Benedicto XVI, quien fue «oportunamente informado» de la situación del Cardenal, según recordó el P. Federico Lombardi , portavoz de la Santa Sede, aceptó su renuncia faltando pocos días para dejar el pontificado.
El Card. O’Brien anunció entonces que no participaría en el Cónclave para no distraer la atención del mundo sobre la importante decisión de la Iglesia en la transición papal y que no tomaría parte alguna en la vida pública de la Iglesia en Escocia.La información que había trascendido a los medios de comunicación era que el Cardenal esperaba retirarse a una casa de campo en el Este de Escocia, pero aún faltaba conocerse las determinaciones oficiales que la Iglesia tomara en la materia.
La decisión de que el Cardenal debe dejar Escocia fue tomada «en acuerdo con el Santo Padre», y estuvo basada en «las mismas razones por las cuales decidió no tomar parte en el último cónclave», según afirma el comunicado oficial. «Cualquier decisión relativa al destino futuro del cardenal se concordará con la Santa Sede».
Con información de Vatican information Service y Vatican Insider.
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