Roma (Martes, 28-05-2013, Gaudium Press) Mons. Tony Anatrella, sacerdote francés y Consultor del Pontificio Consejo para la Familia y del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, comentó sus impresiones sobre las recientes manifestaciones en favor de la familia en París, Francia, que reunieron según sus organizadores más de un millón de personas. El sacerdote y psicoterapeuta celebró «la fuerza espiritual que se manifestó a través de los participantes».
La «Manif por tous», en favor de la familia se llevó a cabo el pasado 26 de mayo. Foto: Christophe Becker. |
Uno de los aspectos que destacó Mons. Anatrella en su entrevista concedida a la agencia Zenit fue «la calma, la alegría y la inteligencia de las personas presentes», lo cual posibilitó una expresión pacífica y positiva en favor de la cultura de la familia. «El ambiente era básicamente familiar, la mayoría de jóvenes estaba presente», comentó el sacerdote quien rechazó que se les calificara como «extremistas» o «vándalos» en diversas informaciones. Contrario a la imagen propuesta por las autoridades, «el evento ha sido ejemplar y pacífico».
Sobre la diferencia de estimaciones sobre el número de participantes, que para la policía fue de sólo 150 mil, mientras que los promotores aseguran haber superado el millón de personas, Mons. Anatrella lamentó el intento de manipular la información. «Es realmente tomar a la gente por tontos», aseguró, ya que el evento se observó «en las atestadas calles de los barrios de París. (…) Eso no es serio ni creíble». Además, comentó que diversas restricciones evitaron que numerosas delegaciones accedieran a los puntos de encuentro.
«En los últimos días se llevaron a cabo detenciones arbitrarias» a personas que portaban banderas y camisetas con los lemas de la jornada, denunció. «Por tanto los jóvenes son detenidos y mantenidos bajo custodia debido a que están promoviendo la familia». El sacerdote rechazó las acciones de grupos extremistas extranjeros con los cuales se ha intentado relacionar el fenómeno de opinión pública, y denunció que algunos agitadores pudieron infiltrar las expresiones pacíficas para crear confusión en la opinión pública.
Sobre el futuro de estas expresiones públicas en favor de la familia, Mons Anatrella se mostró confiado en su continuidad. «Miles de jóvenes están despertando a la conciencia» en estos temas y las personas se preparan «en silencio, la reflexión y la oración» para permanecer atentos frente a los desafíos que se presentan en las legislaciones y políticas y preservar la «dimensión antropológica, espiritual y moral» en la sociedad. «El futuro sigue abierto con ellos. Ante el ruido mediático y político, su silencio está hablando, y es a través del silencio que las personas que no hablaban hasta ahora pueden comenzar a hacerlo», sostuvo el sacerdote.
Con información de Zenit.
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