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Ciudad del Vaticano (Martes, 04-06-2013, Gaudium Press) En el Ángelus dominical, rezado por el Papa Francisco ante millares de fieles, el Pontífice comentó la lectura evangélica del día, sobre la multiplicación de los peces y los panes.
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| Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press |
El Papa inició su meditación mostrando como Jesús se preocupa con la multitud hambrienta y cansada que lo sigue.
Mientras los discípulos aconsejan al Maestro a ‘despedir a la multitud para que busquen su propio alimento’, Jesús les dice: ‘Vosotros mismos daréis de comer’. «Jesús sabe bien qué hacer -observa el Papa- pero Él quiere implicar a los discípulos, educarlos».
El Papa Francisco mostró que «el comportamiento de Jesús es claramente diferente (de los apóstoles y discípulos) y es dictado por su unión con el Padre y por la compasión por las personas, pero también por el deseo de dar un mensaje a los discípulos».
«Delante de aquellos cinco panes, Jesús piensa: ¡he aquí la Providencia!»
«A partir de este poco, Dios puede dar lo necesario para todos. Jesús confía totalmente en el Padre celestial, sabe que para Él todo es posible. Por esto dice a los discípulos que hagan que las personas se sienten en grupos de cincuenta. Y no es por acaso».
«Esto significa que no son más una multitud, sino que se tornan comunidad, nutrida por el Pan de Dios».
«Y después toma los panes y los peces, levanta los ojos al cielo y bendice -en una clara referencia a la Eucaristía-, después los parte y comienza a dar a los discípulos, y los discípulos los distribuyen… ¡y los panes y los peces no acaban! He aquí el milagro: más que una multiplicación es compartir, motivado por la fe y la oración. Todos comieron y va más allá: es la señal de Jesús, pan de Dios para la humanidad».
Al final de su meditación, el Papa pidió a Nuestra Señora que nos ayude en nuestra conversión, para que sigamos «verdaderamente, siempre más, a este Jesús que adoramos en la Eucaristía». (JSG)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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