Santiago (Miércoles, 05-06-2013, Gaudium Press) Esta semana se hizo público el programa de la II Asamblea Eclesial Nacional que se desarrollará entre el 12 y el 15 de Junio en el Centro de Peregrinos de Schöenstatt, en Santiago. Tal como lo subraya el programa, el evento estará dividido en seis momentos, inspirados en el relato de Mateo (14, 22-33) en el cual Jesús va al encuentro de los discípulos caminando sobre el mar.
La Asamblea tendrá como objeto «realizar una experiencia de comunión eclesial nacional a través del discernimiento de los signos de los tiempos en orden a ser una Iglesia en estado de misión permanente para el anuncio del Reino, aportando contenidos a las Orientaciones Pastorales 2014-2020».
Como lo señala el padre Renzo Ramelli, integrante de la comisión organizadora del evento, el primer momento se resume la frase de Jesús caminando sobre el mar: «Ánimo, soy Yo, no tengan miedo». A través de ella -continuó- Jesús nos invita a descubrir su presencia en medio del Chile de hoy. El segundo momento estará marcado por la contemplación del Señor en medio de nuestras realidades nacionales y personales.
Una reflexión teológica pastoral exhortando a los participantes a discernir respecto de lo que nos quiere decir el Señor como personas en medio de cada y particular comunidad cristiana, llamado que se resume en la exclamación: «Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro», será el núcleo del tercer momento.
El cuarto momento viene dado por Pedro, quien, bajando de la barca, comienza a caminar hacia Jesús. Esta etapa significa según el sacerdote chileno la proyección pastoral y la acción pastoral, es decir, los primeros criterios pastorales (lo que queremos ser) y las líneas de acción (lo que queremos hacer) en los próximos años de vida eclesial.
Todo ello como antesala del quinto momento, que está marcado por la conversión personal, pastoral y eclesial. Aquí, agrega el padre Ramelli, tal como Pedro que se hunde en el mar, se realizará un discernimiento sobre nuestras fragilidades en orden a cambiar lo que no vamos haciendo bien en nuestro caminar para llevar a cabo nuestra misión.
El sexto y último momento será de profunda gratitud y profesión de fe, tal como lo hicieran los discípulos que reconocen, después de tranquilizarse, que Jesús es el hijo de Dios. Se dará gracias, especialmente en el contexto del Año de la Fe, por todo lo que el Señor ha realizado en la historia pastoral de Chile.
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