Brasilia (Lunes, 01-06-2009, Gaudium Press) La Fe en la fuerza del Espírito Santo y en el poder de cura de las palabras de Dios llevó cerca de 400 mil fieles a las celebraciones de Pentecostés este domingo en el Parque León, en el kilómetro cero de la BR-060, cerca de Samambaia, en el Distrito Federal. Cerca de un millón de personas pasaron por el espacio de 150 mil metros cuadrados reservado para las oraciones en tres días de fiesta.
Entre los fieles, el presidente del Senado, José Sarney, y la gobernadora de Maranhão, Roseana Sarney, y también el gobernador José Roberto Arruda. Impresionante fue la fidelidad del público, que no se fue por causa de la lluvia que castigó el descampado por una hora al iniciar la tarde del domingo.
El temor de que se llene y los problemas con la seguridad, por falta de espacio para tantos fieles, llevó al padre Moacir Anastácio, párroco de la Iglesia San Pedro, de Taguatinga, a agradecer a Dios por la lluvia, un obstáculo natural para muchos.
«Si no fuera eso (la lluvia), tal vez no hubiese lugar para tanta gente hoy», afirmó. Para el padre Anastácio, la multitud que ‘invadió’ el Parque León comprueba que la fe de los católicos está retornando a los primeros tiempos de la Iglesia, cuando las personas se dedicaban más a la espiritualidad. El párroco llamó la atención a la presencia de representantes de otras religiones, como la evangélica María Vaz, 83 años, moradora del Recanto das Emas. Ella fue a la Misa de Cura porque envidió a las amigas. «Adoro orar, independientemente de la iglesia. Entonces resolví venir al último día», dijo.
El padre Anastácio definió las celebraciones de Pentecostés como un agradecimiento del pueblo al poder del Espíritu Santo y dijo haber quedado sorprendido con la creciente adhesión diaria de fieles, ya que la primera celebración, aún en Taguatinga, una semana antes, había contado con 30 mil personas. «Hay un entusiasmo que no se veía antes», resaltó.
Solidaridad a la ministra
Cerca de allí, en la ciudad-satélite de Brasilia, Recanto das Emas, un mensaje de la ministra de la Casa Civil Dilma Roussef fue leída en un acto religioso que también celebraba Pentecostés, este domingo.
«Recen para que yo tenga salud y sabiduría necesaria para servirle al pueblo por siempre», escribió Dilma.
Cerca de 200 mil personas estaban presentes, según la PM. Dilma, que se trata de cáncer linfático, participaría de la ceremonia, pero, como su vuelta de Pernambuco fue retrasada en algunas horas, la carta fue enviada por la asesoría.
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