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Belén (Jueves, 20-06-2013, Gaudium Press) Mons. Fouad Twal, Patriarca Latino de Jerusalén, presidió la inauguración del tercer nivel del «Hogar Niño Dios» en Belén, Territorio Palestino, y bendijo las instalaciones ampliadas gracias a la cooperación italiana. La celebración tuvo lugar el pasado 14 de junio y contó con la participación de los representantes diplomáticos de Italia, Argentina, Ecuador y Kenia.
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| El Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, bendice las instalaciones (arriba). Una placa que conmemora la inauguración también fue bendecida (abajo). Fotos: LPJ. |
El prelado recorrió las nuevas habitaciones y bendijo el hogar y la placa conmemorativa de la inauguración. En sus palabras de agradecimiento, el P. Mario Corniole, gestor de los contactos entre el hogar y sus benefactores, describió el logro como una muestra de la omnipotencia divina. «Cuando la Providencia trabaja se hace irresistible y así fue como este milagro ocurrió», comentó. «La edificación puede albergar ahora hasta 35 niños y jóvenes».
El sacerdote destacó la oportuna colaboración que permitió llevar a cabo las obras rápidamente y agradeció especialmente al gobierno italiano y otras benefactores, «cuyos nombres están escritos en el cielo», por posibilitar a la comunidad «expandir el espacio de nuestra casa y permitir que Dios continúe visitándonos» en los niños que requieren la asistencia del hogar.
El «Hogar Niño Dios» para niños discapacitados y con graves necesidades comenzó sus labores en 2005 en una pequeña casa cedida por el Patriarcado Latino de Jerusalén. Las religiosas del Instituto del Verbo Encarnado han albergado un promedio de unos 20 niños y jóvenes, mientras se ha realizado la construcción paulatina de la sede. La obra culminó su primera etapa en 2011, cuando se añadieron dos pisos contiguos a la edificación con unidades especiales para fisioterapia, rehabilitación, despachos y nuevas habitaciones.
El Hogar Niño Dios está ubicado a pocos metros de la Basílica de la Natividad, en Belén. «Este hecho providencial, de estar tan cerca del pesebre que Nuestro Señor escogió para nacer, nos hace reflexionar a diario que nuestra tarea en esta casa es atender al mismo Niño Dios que ha querido identificarse con cada uno de estos niños confiados a nuestro cuidado», comentaron las religiosas en una carta de agradecimiento en 2011.
Con información del Patriarcado Latino de Jerusalén y Familia Religiosa del Verbo Encarnado.
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