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Madrid (Lunes, 24-06-2013, Gaudium Press) En agosto de 1936, en el inicio de la Guerra Civil Española, 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro, en la provincia de Huesca, son martirizados por causa de su fe. Estos hechos, que marcaron la historia de la Iglesia en el país europeo, son narrados en un film que se estrenó el pasado 15 de junio en las salas de cine de España.
Bajo el título «Un Dios prohibido», la película cuenta las últimas semanas de vida de los religiosos, desde que son retenidos por milicianos hasta que son fusilados, tiempo en el cual realizaron varios escritos en lugares insospechados -en sillas, paredes, tablas, etc.- en los que cuentan cómo transcurrieron los difíciles momentos de su cautiverio; testimonios que -como exponen los productores del filme en su dossier de prensa- fueron «el testimonio básico utilizado para narrar en versión cinematográfica el hecho real».
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De esta manera, la película hace un recuento de cómo Barbastro -entonces una población de 8 mil habitantes- se convierte para la época en lugar estratégico desde el punto de vista militar, debido a la existencia de cuarteles y de un comité revolucionario. En ese momento la comunidad de los Misioneros Claretianos de aquella población estaba conformada por 9 sacerdotes, 12 hermanos y 39 estudiantes.
Dicha comunidad es asaltada por los milicianos el 20 de julio de 1936 dejado en arresto al padre Superior, al Prefecto y el Ecónomo. Los demás misioneros fueron trasladados hasta el colegio de los Padres Escolapios, donde permanecen encerrados en el salón de actos, quedando a salvo sólo algunos estudiantes enfermos y hermanos ancianos.
En el filme se muestra cómo los captores pretenden que los misioneros nieguen su fe para ser libres, pero ellos se mantienen firmes conservando siembre el hábito y recibiendo diariamente, mientras pudieron, la Santa Eucaristía.
El padre Superior, junto con el Prefecto y el Ecónomo, son asesinados el 2 de agosto. Luego, entre el 12 y el 18 del mismo mes, son asesinados el resto de misioneros. Todos ellos fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.
La película fue dirigida por el español Pablo Moreno y producida por Contracorriente Producciones, empresa cinematográfica que ya realizó el largometraje «Pablo de Tarso, el último viaje», y la película «Jesús, el peregrino de la luz», que fue seleccionada por el Festival Internacional de Cine Religioso de Bruselas en el año 2006, además de otras producciones.
Con información de Agencia SIC y undiosprohibido.com.
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