Ohio (Miércoles, 26-06-2013, Gaudium Press) «Nuestra situación permanece desconocida para la mayor parte del mundo. Muchos no saben incluso de nuestra existencia». Con estas palabras, el seminarista Madji Hashoul de la Diócesis de Haifa, Israel, describió una característica fundamental de la difícil situación de los cristianos que viven en Tierra Santa. Su historia es relatada por un nuevo documental llamado «At the Gates of Zion» (A las Puertas de Sión), producida por la Fundación EUK Mamie, que busca crear conciencia entre los fieles de todo el mundo, especialmente quienes se preparan para peregrinar a los Santos Lugares.
«Nosotros motivamos las peregrinaciones a Tierra Santa», explicó en el documental el Pro-Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, el Cardenal estadounidense Edwin O’Brien. «Es un gran signo de apoyo, no sólo apoyo económico para las obras caritativas que la Iglesia hace allí, sino apoyo psicológico para los cristianos. Cuando ellos ven el interés que la familia mundial de los cristianos tiene en ellos, les da más valor para perseverar».
La población cristiana es claramente minoritaria en Tierra Santa, representando apenas un 1.2 % del total de habitantes después de haber llegado a ser un 30% de la población. Su doble condición de árabes y de cristianos les representa marginación social y dificultades que incluso les impiden visitar los Lugares Santos, como es el caso de los fieles que viven en Belén. «Ellos no pueden viajar a través de ciudades diferentes sin un permiso que es difícil de obtener», comentó la profesora Amal Hazeen, quien relató su experiencia espiritual de frecuentar la Basílica de la Natividad regularmente en su infanci ay juventud. A pesar de las dificultades, «Ser cristiana y haber nacido en esa tierra es un gran don».
Los cristianos de Tierra Santa tienen una identidad propia. «Estamos aquí, vivimos aquí. No somos convertidos recientes, hemos sido cristianos desde los tiempos de Jesús», expresó el seminarista Hashoul. Sin embargo, la marginación ha dejado graves marcas en la forma como se ven a sí mismos. «Como cristianos en Israel no nos consideramos ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría», prosiguió el joven aspirante al sacerdocio. «No, nos sentimos incluso inferiores. Hay una actitud de discriminación en las oportunidades de trabajo y cuando se frecuentan diferentes instituciones. Desafortunadamente, uno experimenta la inferioridad».
A pesar de esta trágica condición, el Cardenal Edwin O’Brien destacó la fuerza de la fe de estas comunidades. «Yo no podría superar la profundidad de la fe de aquellos que estaban allí», recordó el purpurado en el documental, «y los jóvenes, cuán serios son acerca de su fe católica. Son una minoría y por eso se unen fuertemente. Son fuertes en su identidad y a pesar de los muchos obstáculos que enfrentan, nada detiene su práctica de la fe y su entusiasmo».
El documental hace un llamado al diálogo y a la búsqueda de soluciones para alcanzar condiciones dignas para una vida fraterna y en paz. También propone las peregrinaciones a los Lugares Santos como una experiencia de comunión con esa parte de la Iglesia Universal, «una parte importante, porque ha sobrevivido a siglos de persecución extremadamente intensa», concluyó Hashoul.
Con información de Independent Catholic News.
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