Ciudad del Vaticano (Jueves, 27-06-2013, Gaudium Press) El Papa Francisco creó una comisión de cinco personas que «recoja información precisa sobre la situación jurídica y las diversas actividades» del Instituto para las Obras de Religión (IOR), organismo que es comparado comúnmente a lo que sería un «banco vaticano». El propósito del Santo Padre es contar con información suficiente para determinar si es necesaria «una mayor armonización del mismo con la misión universal de la Sede Apostólica», según explica el documento que designa la comisión.
La Comisión tiene potestad para recopilar «documentos, datos e informaciones necesarias para el desempeño de sus funciones institucionales». El acceso a esta información será ilimitado, sin que aplique para los miembros «el secreto de oficio y las otras eventuales restricciones establecidas por el sistema jurídico», sin que esto signifique una suspensión de las autoridades y acciones de vigilancia regulares del Instituto.
El Papa también determinó que el grupo designado reciba la colaboración del personal del IOR, de los diferentes Dicasterios y organismos relacionados, así como del Estado de la Ciudad del Vaticano. Tras el análisis, la Comisión presentará un informe al Santo Padre, además de la información sus avances que deberá presentar durante todo el proceso.
Los miembros de la Comisión son: El Cardenal Raffaele Farina, Salesiano, Archivista emérito de la Santa Sede y actualmente Archivista y Bibliotecario de Santa Romana Chiesa, Presidente de la Comisión; el Cardenal Jean-Louis Pierre Tauran, Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Miembro; Mons. Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Coordinador; Mons. Peter Bryan Wells, Asesor para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, Secretario y la profesora Mary Ann Glendon, Presidente de la Pontificia Academia de Estudios Sociales, Miembro.
Según explicó el Padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, la creación de la Comisión no es una señal de desconfianza del Santo Padre sobre las actividades del IOR, ya que no se pretende realizar una evaluación sobre las operaciones técnicas del mismo. «El Papa está haciendo una pregunta más amplia, la cual es la relación entre la institución – su realidad, la forma como funciona – y el marco de la misión de la Iglesia. Son dos cosas distintas», afirmó el sacerdote.
La Comisión trabajará durante la elaboración del informe, para el cual no está fijado un tiempo límite, y será disuelto tras presentar sus conclusiones. Según las disposiciones del Santo Padre, los miembros de la Comisión podrán solicitar la asesoría de expertos o consultores.
Con información de Vatican Information Service y Catholic News Service.
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