Ciudad del Vaticano (Jueves, 04-07-2013, Gaudium Press) El arzobispo de Ranchi, en la India, el Cardenal Telephore Placidus Toppo, concelebró con el Papa Francisco la Misa diaria que el Papa celebra en la Capilla de la Casa Santa Marta.
En la homilía que siempre hace en esta Misa, el Santo Padre tejió comentarios más especialmente a propósito del texto del Evangelio de este jueves cuando San Mateo (Mt 9, 1-8) narra el de la cura del paralítico. El Papa comenta que Jesús perdonó los pecados del paralítico y esto causó la indignación de los presentes. Para ellos ese acto de Jesús sería una blasfemia pues, solamente Dios puede perdonar los pecados.
Fue, entonces que Nuestro Señor, para demostrar el poder del Hijo de Dios, no solo perdonó a aquel hombre sino también lo curó su parálisis física.
El Papa explicó: «Esta reconciliación es la recreación del mundo. Es esa la misión más profunda de Jesús. ¡La redención de todos nosotros pecadores! Es lo que Jesús hace, no apenas con palabras, sino con gestos concretos, con su propia carne. Así, Dios se torna uno de nosotros, para curar a los pecadores, a partir de su interior».
Jesús «asume» nuestros pecados: es esa la nueva creación, nuestra salvación. Este es el mayor milagro hecho por Jesús: tornarnos hijos del Padre. Fue por eso que Nuestro Señor dijo al paralítico: «Coraje, hijo, sus pecados fueron perdonados», explicó el Papa, agregando:
«Esta es la raíz de nuestro coraje: somos libres, somos hijos… El Padre me ama y yo amo al Padre. Pidamos al Señor la gracia de entender bien esta su obra, lo que Dios hizo en él: En Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo, confiándonos la palabra de la reconciliación y la gracia de llevar adelante, con seguridad y libertad de hijos, esta reconciliación».
El Papa Francisco también concluyó afirmando que tenemos una «¡linda cédula de identidad!» ¡Somos en Jesucristo! ¡Somos Hijos de Dios y nadie puede robarnos esta «cédula de identidad». Nuestro nombre es «hijo de Dios». Estado civil «libre». (JSG)
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