Ciudad del Vaticano (Lunes, 08-07-2013, Gaudium Press) Este domingo, 07 de julio, desde la ventana de los aposentos pontificios, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus, en el Vaticano.
Antes de recitar la oración, el Papa hizo, como de costumbre, para millares de peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro, un pequeño discurso. En él, el Santo Padre manifestó la alegría de haber compartido con los seminaristas, novicios y novicias la peregrinación especial del Año de la Fe que ellos realizaron en este fin de semana y además pidió a los presentes para que recen por ellos «a fin de que madure cada vez más en sus vidas el amor por Cristo y se tornen verdaderos misioneros del Reino de Dios».
Comentando el Evangelio de este domingo, el Papa nos dice que «Jesús no es un misionero aislado, no quiere cumplir solo su misión, sino que implica a sus discípulos. Vemos que más allá de los Doce Apóstoles, él llama a otros setenta y dos y los manda a los pueblos, dos a dos, para anunciar que el Reino de Dios está próximo. ¡Eso es muy bonito! Jesús no quiere actuar solito. Él vino a traer al mundo el amor de Dios y quiere difundirlo con el estilo de comunión y fraternidad. Por eso, forma inmediatamente una comunidad de discípulos, que es una comunidad misionera. Él forma inmediatamente a los discípulos para la misión, para ir».
Todavía sobre el Santo Evangelio del día, él mostró que el envío de los discípulos no tenía como objetivo «pasar el tiempo juntos». «¡El objetivo -resaltó el Papa- es anunciar el Reino de Dios y eso es urgente! No hay tiempo para perder con conversaciones, no es preciso esperar el consenso de todos. Es necesario ir y anunciar. A todos debemos llevar la paz de Cristo y si no la acogen, vamos adelante. A los enfermos se lleva la cura, porque Dios quiere curar al ser humano de todo mal. ¡Cuántos misioneros hacen eso! Ellos siembran vida, salud y conforto en las periferias del mundo».
El Papa definió quiénes eran los 72 discípulos ayer y hoy: «Estos setenta y dos discípulos que Jesús manda al frente, ¿quiénes son ellos? ¿Quiénes ellos representan? Si los Doce son los Apóstoles y representan también a los obispos, sus sucesores, esos setenta y dos pueden representar a los otros ministros ordenados, presbíteros y diáconos; pero en un sentido más amplio, podemos pensar en otros ministerios en la Iglesia, en los catequistas y fieles laicos que trabajan en las misiones parroquiales, en aquellos que trabajan con los enfermos, con las varias formas de malestar y marginación, pero siempre como misioneros del Evangelio, con la urgencia del Reino que está próximo.» (JSG)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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