sábado, 23 de noviembre de 2024
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"Cómo son bellos los pies de aquellos que anuncian buenas noticias, portadores de paz": Obispo de Jales, Brasil

Jales, San Pablo (Viernes, 12-07-2013, Gaudium Press) El Obispo de Jales, Brasil, Mons. Demétrio Valentini publicó este viernes, 12 de julio en la Radio Vaticana, un artículo sobre la preparación para la Jornada Mundial de la Juventud, evento que sucederá en los próximos días en la ciudad en Río de Janeiro, y sobre la semana misionera de la Diócesis de Jales. Abajo publicamos el artículo íntegro de Mons. Valentini:

1.jpgUn buen encuentro supone la aproximación mutua, en el gesto simultáneo de cada uno salir de su lugar e ir en dirección al otro. El Papa Francisco avisó que ya se está preparando para el encuentro con los jóvenes en Río de Janeiro. Todo el Brasil ya está viviendo la expectativa para el encuentro con él.

Para recoger esta expectativa y darle consistencia, la Iglesia en Brasil propuso que hagamos de esta semana que antecede a la llegada del Papa una «semana misionera», incentivando gestos de encuentros concretos, bajo la inspiración del Evangelio de Cristo que envió a sus discípulos a ir «a todos los lugares y aldeas donde él mismo debía ir».

Ya es tradición en la Diócesis de Jales, cada año promover una «semana misionera», en alguna comunidad de la Diócesis, que así se torna destinataria de los misioneros que se proponen visitar a las personas, para un momento de convivencia fraterna e intercambio, tanto de las «alegrías y esperanzas», como también de las «tristezas y angustias», como el Concilio nos enseñó a hacer.

En el símbolo motivador de cada «semana misionera» siempre consta el diseño de dos pies, en gesto dinámico de caminata. Ellos recuerdan las palabras de la Escritura que dicen «cómo son bellos los pies de aquellos que anuncian buenas noticias, portadores de paz».

Pues bien, pensando en la visita muy especial que tendremos en este mes de julio, nuestra gran expectativa es que el Papa Francisco traiga a todo el pueblo brasileño mensajes de paz, palabras de bondad, gestos de reconciliación. Que él haga resonar el saludo acostumbrado de los discípulos de Francisco de Asís, que a todos saludan con su mensaje tradicional de «¡paz y bien!».

El motivo de la visita es el encuentro con los jóvenes. Pero por las circunstancias especiales de este evento, nos sentimos todos envueltos. El Papa llega en un momento de interrogaciones y perplejidades, que el pueblo brasileño manifestó de diversas maneras en estos días. Nada más oportuno que contar en este momento con un mensaje de esperanza, venida de un Papa que sorprendió al mundo entero con su testimonio de simplicidad y autenticidad evangélica.

En este sentido, la figura del Papa Francisco sobrepasa su condición de «jefe de Estado», o incluso de «jefe de una Iglesia». Su presencia nos envuelve a todos. Su propósito nos alienta. Atravesar continentes para encontrarse con la juventud, es un gesto que lo ennoblece, y nos motiva, en la medida que nos damos cuenta de la importancia de valorizar la juventud que se muestra sedienta de valores verdaderos, que Cristo ofrece a todos.

Por esto, se engaña quien pretende atribuir a esta visita intenciones proselitistas, creyendo que el Papa viene a agitar discusiones religiosas, o valerse de la acogida que el pueblo le proporciona para influir en la opción de fe que cada uno tiene el derecho de hacer.
Sobre todo, se equivoca quien pretende hostilizar su presencia con manifestaciones contrarias, que desentonarían por completo de las generosas intenciones de la Jornada Mundial de la Juventud.

En este momento, ni se precisaría apelar a un mínimo de buen sentido de parte de quien se siente intrigado con la presencia del Papa en Brasil. Pues es más que evidente el mensaje positivo de esta visita que nos honra y se destina a todo el pueblo brasileño, en un momento en que tanto necesitamos del clima de paz y del ambiente de fraternidad, para enfrentar los desafíos que la realidad actual nos presenta.

Son bellos los pies de quien trae buenas noticias y anuncia la paz. Vamos a pavimentar de acogida fraterna los pasos del Papa Francisco, a quien desde ahora queremos expresar nuestro saludo amigo. ¡Bienvenido entre nosotros, Papa Francisco!

Mons. Demetrio Valentini

Obispo de Jales

(RMDC)

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