Castelgandolfo (Martes, 16-07-2013, Gaudium Press) Este domingo, el Papa Francisco tuvo un encuentro con la población de Castelgandolfo, lugar de la residencia estival del Pontífice, y con muchos peregrinos reunidos en la Plaza en frente a esta casa para rezar el Ángelus con el Santo Padre.
El Papa habló con la multitud colocándose en frente al portón principal que da para la Plaza. De este modo él pudo, al final de la oración mariana, bendecir personalmente a los enfermos, los niños y los ancianos.
El Evangelio de este domingo trataba de la parábola del buen samaritano donde es apuntada la indiferencia de un levita de la antigua ley y la «compasión» de un samaritano.
Aún siendo mal visto por los judíos de la época, el Samaritano fue el único que se ocupó de aquel pobre hombre gravemente herido y abandonado a la orilla de la estrada por los asaltantes que lo torturaron. Y así, él se tornó ejemplo del amor por el prójimo.
«Pero, ¿por qué es que Jesús escoge un samaritano como protagonista de la parábola?», pregunta y responde el Papa: «porque los samaritanos eran despreciados por los judíos, por causa de diferentes tradiciones religiosas. Y con todo Jesús hace ver que el corazón de aquel samaritano es bueno y generoso y que… es él quien pone en práctica la voluntad de Dios, que quiere la misericordia más que los sacrificios».
Para el Santo Padre, «un hombre que vivió plenamente este Evangelio del buen samaritano fue el santo que recordamos hoy – San Camilo de Lelis, fundador de los «Ministros de los Enfermos» («Camilianos»), patrono de los enfermos y del personal de los servicios de salud». «San Camilo murió el 14 de julio de 1614». Recordando que, precisamente en este domingo, «tiene inicio su IV centenario, que culminará de aquí a un año».
El Papa saludó «con gran afecto» a los hijos e hijas espirituales de San Camilo, que «viven su carisma de caridad en contacto cotidiano» y dejó también una exhortación a los que actúan en el campo de la salud: «¡Sed como él, buenos samaritanos! Y también a los médicos, enfermeros y a los que trabajan en los hospitales y casas de salud, hago votos de que sean animados por el mismo espíritu».
El Papa Francisco, al saludar a todos, pidió oraciones también para él y agregó la intención de oraciones por la JMJ de Río de Janeiro, donde él estará y para donde ya se están dirigiendo muchos jóvenes: «Recemos por esta gran peregrinación que ya comienza, para que Nuestra Señora Aparecida, patrona del Brasil, guíe los pasos de los participantes y les abra los ojos para acoger la misión que Cristo les da», pidió. (JSG)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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