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Austin (Miércoles, 17-07-2013, Gaudium Press) Una maniobra legislativa de bloqueo -que en EE.UU. se designa con la pintoresca palabra de filibustera- llevada adelante por la senadora demócrata del estado americano de Texas Wendy Davis, buscaba impedir que se aprobara un proyecto de ley que prohibía los abortos después de la 20ª semana de gestación.
Entretanto, el proyecto fue aprobado en una sesión legislativa especial en este mes de julio, convocada por el gobernador de Texas, Rick Perry. La aprobación de la ley ocurría mientras miles de activistas pro-vida inundaban el Capitolio estatal en Austin, manifestando su apoyo a la prohibición abortiva.
Bien es cierto que un conteo previo a la maniobra ‘filibustera’, mostraba que la aprobación del proyecto parecía garantizada. Pero los pro-vida no quisieron dejar nada al azar, y cuando el gobernador Perry convocó la sesión especial, ellos se enfocaron en el activismo a través de las redes sociales para garantizar el buen resultado.
«Un factor decisivo en el éxito de este proyecto de ley fue la ‘energización’ de las bases, especialmente la gente joven, cuya mayoría eran mujeres, a través de las redes sociales», señaló Joe Pojman, director ejecutivo de la Alianza de Texas por la Vida.
Igualmente se lanzó una campaña vía Twitter «para avergonzar a los medios de comunicación tradicionales y señalar que no estaban dando al caso Gosnell la atención que merecía», afirmó Jeffrey Patterson, director ejecutivo de la Conferencia Católica de Texas. El caso Gosnell es la condenación de un abortista a quien se le comprobó que había asesinado niños poco después de nacer, tras abortos fallidos. Patterson también resaltó que los pro-vida texanos utilizaron Twitter para comunicarse con sus ‘tropas’ y combatir la campaña de desinformación sobre el proyecto.
2013, un año de restricción del aborto
El 2013 puede ya ser calificado como un muy exitoso año en la restricción del aborto en los EE.UU.
En Ohio, una ley de asignación del presupuestal, firmada a principios de este mes por el gobernador republicano John Kasich, incluiyó disposiciones pro-vida que identifican a un niño no nacido como un «individuo humano no nacido» e indica a los médicos que realizan abortos que deben explicar lo que ese procedimiento implica para su pacientes, incluyendo los riesgos médicos y la «probable edad gestacional del embrión o del feto».
En Wisconsin, el gobernador republicano Scott Walker firmó la «Ley de Sonya», que obliga a que las mujeres que buscan abortos se les pregunten si desean ver a sus hijos no nacidos en ecografía. El proyecto de ley también requiere que los médicos que realizan abortos tengan ‘privilegios de admisión’ (admitting privileges) en un hospital dentro de 30 millas de su práctica.
El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, se comprometió a firmar un proyecto de ley que haga más exigentes las regulaciones estatales para los proveedores de aborto.
Esta andanada de legislación pro-vida es explicada, según Jeffrey Patterson, por una mayor conciencia en los estadounidenses de que «la vida es creada en el momento de la concepción», lo que ha llevado a que en las más recientes elecciones, la presencia de legisladores próvida a nivel estatal haya aumentado.
Con información del National Catholic Register
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