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Santiago (Viernes, 19-07-2013, Gaudium Press) Entre cantos, pañuelos blancos, globos y flores, el pasado martes 16 de julio, más de 70 mil peregrinos participaron con profunda alegría de la entrada triunfal de la Virgen del Carmen en el Santuario Nacional de Maipú, comuna de Santiago, tras una peregrinación por las calles aledañas al Templo Votivo.
La celebración se inició con una eucaristía presidida por monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago y concelebrada por el padre Galo Fernández, Vicario de la Zona Oeste; el padre Carlos Cox, Rector del Santuario, y numerosos sacerdotes, religiosas y diáconos.
También asistieron algunas autoridades civiles, entre las que destacaron Cristián Larroulet, Ministro Secretario General de la Presidencia; Juan Antonio Peribonio, Intendente de la Región Metropolitana, parlamentarios, alcaldes, autoridades militares, entre otros.
En su homilía, el Pastor de Santiago enfatizó que el verdadero progreso se alcanza en Dios y nunca de manera solitaria, sino en comunidad. «Los cristianos hemos recibido el don de la fe y desde ese don podemos comprender el significado más profundo de nuestra vocación humana», indicó.
Y agregó que «solos no podemos alcanzar la meta de nuestro pleno desarrollo, sino que lo alcanzamos junto a los demás, para que nuestro futuro sea de plenitud y de gozo».
En este sentido, el prelado hizo un fuerte llamado a tener conciencia que en ese contacto con los demás, es necesario abrir los ojos a Dios y al prójimo para conmoverse en el amor, tal como lo hizo la Virgen y la samaritana, «porque corremos el riesgo de pasar por la vida sin ver a tantas y tantos hermanos que no han alcanzado la dignidad de los hijos de Dios y que viven marginados por tanta pobreza y soledad».
Las festividades en honor a la Virgen del Carmen, que este año llevan por lema «Madre de la fe, creemos, pero aumenta nuestra fe en tu Hijo», se están realizando desde el pasado domingo 7 de julio y culminarán el domingo 28, con la tradicional Misa a la Chilena en el Santuario Nacional de Maipú.
Esta vigésimo cuarta versión del oficio religioso es organizada por conjuntos folclóricos de la ciudad de Santiago. En la oportunidad, distintas embajadas de otros países donarán sus banderas para renovar los antiguos emblemas que adornan la imagen de la Patrona de Chile.
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