Talca (Martes, 23-07-2013, Gaudium Press) El pasado 16 de Julio, durante la celebración de la Virgen del Carmen, tres nuevos presbíteros fueron ordenados por monseñor Horacio Valenzuela Abarca, Obispo de Talca, en una hermosa ceremonia que contó con la presencia de familiares, amigos y fieles integrantes de las comunidades en que participaban los nuevos sacerdotes.
Los hasta ese entonces diáconos Marlo Beltrán González, José Ignacio Fernández Saldías y Matías Vergara Santelices, con alegría se postraron ante el altar para recibir de manos de monseñor Valenzuela y monseñor Cristián Contreras, Obispo Auxiliar de Santiago, el sacramento del sacerdocio.
El obispo de Talca, previo a la ordenación, pidió al Señor que «muchos jóvenes y niñas puedan oír a Jesús que los llama por su nombre», junto con elogiar a estos tres nuevos sacerdotes por haberlo dejado todo por el Reino de los Cielos.
«El sacerdocio que hoy recibirán no es solo un oficio o un trabajo, es un sacramento porque Dios se ha querido valer de personas limitadas para estar presente en medio de sus hijos actuando en su nombre», expresó el pastor.
Hombres de profunda vida espiritual y de compromiso atento con la historia
Junto a ello, el prelado hizo un llamado a la comunidad diocesana a rezar por las vocaciones, porque si bien «los tiempos no son fáciles, los desafíos son grandes», agregó. Asimismo, agradeció a las familias por acompañar a estos nuevos sacerdotes durante el proceso de formación en el seminario, y sobre todo, por la fidelidad al Señor, acompañándoles en el regalo de de su vocación sacerdotal.
«Quiero pedirles queridos hijos que sean buenos pastores, hombres de profunda vida espiritual y de compromiso atento con la historia que vivimos. Vivan siempre impregnados del buen olor de Cristo, que les va a comunicar el crisma, el óleo de la alegría. El olor a Cristo es una mezcla del amor a Dios, de amor incansable a cada hermano», dijo.
A continuación, y recordando las palabras del Papa Francisco al comenzar su Pontificado, el obispo también llamó a los nuevos sacerdotes de Jesucristo a ser «pastores con olor a ovejas». «Es olor a oveja, a austeridad, a cárceles y a hospitales. La oración fiel y la coherencia de sus vidas harán que nunca pierdan el olor a Cristo y que lo comuniquen a los demás», manifestó.
Finalmente, el padre José Ignacio Fernández, a nombre de los recién ordenados, expresó el agradecimiento a Dios por la vocación sacerdotal, a las familias, a las comunidades y a la Iglesia. «Agradecemos a Dios por elegirnos a nosotros. Agradecemos el don de la fe y la vocación sacerdotal. A nuestras familias que nos han transmitido la fe en Jesucristo y acompañado en estos años de búsqueda. A toda nuestra Iglesia que por medio de comunidades, religiosas, parroquia, fieles y el seminario nos han permitido acoger este llamado que Jesús nos ha hecho. A nuestro obispo don Horacio, que nos ha confiado este ministerio al servicio del pueblo de Dios», expresó.
Culminada la eucaristía de ordenación, todos los presentes fueron invitados a un compartir con los nuevos sacerdotes en las dependencias del Colegio San Ignacio de la ciudad de Talca.
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