Ciudad del Vaticano (Jueves, 04-06-2009, Gaudium Press) Hace 20 años, una escena impresionante marcaba al mundo y entraría para la historia contemporánea: un estudiante chino, franzino, intentando sólo parar una hilera de tanques del ejército chino que iban rumbo a cierta plaza, en Pekín, donde estaban siendo realizadas protestas por reformas democráticas y más libertad. No lo consiguió. Y la protesta estudiantil en la plaza Tien-nam-men se volvió la masacre de la Plaza de la Paz Celestial.
En aquella noche, del 3 para el 4 de junio de 1989, habían sido muertos por las fuerzas de represión del gobierno chino entre 400 y 2 mil personas.
Por ocasión del aniversario, la publicación mensual «Misión Hoy», del Pontificio Instituto de las Misiones Exteriores (PIME), de la Iglesia Católica, publicó un editorial firmado por el cardenal Joseph Zen Ze-Kiun, obispo emérito de Hong Kong.
En el texto, el prelado recuerda el apelo lanzado a sus hermanos, obispos, algunos meses atrás, pidiendo coraje en el testimonio, a costa de sacrificios y sufrimientos. «La memoria de los mártires de Tien-nam-men y de los mártires chinos requiere más coherencia» afirma el editorial.
«Benedicto XVI escribió una carta clara y fuerte. Pero, el año pasado, ocurrieron episodios graves que demuestran que el régimen impide a los católicos de aplicar, en la práctica, las apelaciones del Papa. En diciembre del 2008, 45 obispos y 200 fieles participaron de las celebraciones por el jubileo de las ordenaciones de 1958, que marcaron formalmente la separación de la Iglesia de China de la Iglesia de Roma», escribió el cardenal, criticando a los obispos que participaron de las celebraciones por los 50 años de ordenaciones episcopales ilícitas hechas por el régimen comunista.
«Para el Gobierno, aquel evento significó desprecio por el Papa y por la Iglesia, repudio al diálogo y retorno a los viejos sistemas comunistas. Siento decir, pero participando, ellos se portaron de modo incomprensiblemente sumiso» subrayó el cardenal.
«Hoy, una vez más, renuevo el apelo de enero: Sean más corajudos, sigan las palabras de Jesús y del Papa, y no las del Gobierno. Si ustedes, obispos, se dejan lisonjear por el Gobierno, pueden alejar la Iglesia de la comunión eclesial. Hermanos obispos, yo les suplico: sean corajudos y dignos de su misión, así como fueron los mártires de la Plaza de la Paz Celestial, 20 años atrás», dice el texto.
La Amnistía Internacional denunció ayer que China, por causa del aniversario de la masacre, redobló el asedio a los disidentes e intensificó la censura en todo el país.
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