Río de Janeiro (Jueves, 25-07-2013, Gaudium Press) Este jueves de mañana, el Papa Francisco visitó una de las 700 favelas de Río de Janeiro, donde habitan más de un millón de personas.
Allí el Pontífice afirmó que las personas sencillas pueden dar al mundo una importante lección de solidaridad, «palabra a menudo olvidada u omitida, porque es incómoda». En la Comunidad de Varginha, asentada en la favela «Ciudad de Dios», y pensando también en las personas carentes del mundo entero, el Papa Francisco invitó a que «cada uno, según sus posibilidades y responsabilidades, ofrezca su contribución para poner fin a tantas injusticias sociales».
Francisco subrayó que «no es la cultura del egoísmo, del individualismo, que muchas veces regula nuestra sociedad, la que construye y lleva a un mundo más habitable, sino la cultura de la solidaridad; no ver en el otro un competidor o un número, sino un hermano». «Ningún esfuerzo de ‘pacificación’ será duradero, ni habrá armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma».
A los habitantes de Varginha -y con ellos a todos los habitantes de las periferias existenciales del mundo- el Obispo de Roma les repitió que no están solos. «La Iglesia está con ustedes, el Papa está con ustedes. Llevo a cada uno de ustedes en mi corazón y hago mías las intenciones que albergan en lo más íntimo: la gratitud por las alegrías, las peticiones de ayuda en las dificultades, el deseo de consuelo en los momentos de dolor y sufrimiento».
Con información de Radio Vaticana
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