Lima (Lunes, 29-07-2013, Gaudium Press) «Como peruanos asumimos la riqueza de la fe, la cultura y los valores cristianos, que nos legaron las generaciones que nos precedieron, para construir desde allí una Patria grande y soberana», es lo que ha destacado Mons. Salvador Piñeiro García, Arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), en un mensaje que dirigió a los católicos de Perú, con motivo del 192º aniversario de la Independencia del país que se conmemoró este domingo 28.
En la misiva, el prelado ha recordado que las fiestas patrias despiertan en todos los peruanos los sentimientos de la ‘peruanidad’, que se reflejan en un «compromiso ineludible en la construcción de un país justo, inclusivo, solidario y creyente que honra su historia, sus tradiciones, sus instituciones, y sus símbolos».
Mons. Salvador Piñeiro García, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. |
Pero -como continúa Mons. Piñeiro-, es un compromiso que incluye varios desafíos: «El desafío que nos depara la historia actual, nos exige el fiel cumplimiento de las leyes legítimas, especialmente aquellas que son necesarias para el crecimiento y el desarrollo; nos exige el desempeño leal y honesto de todas las personas que cumplen un cargo en las instancias que conforman el Estado y la sociedad peruana; nos exige gestos concretos de solidaridad con los más débiles de nuestra sociedad».
En otro momento, enumerando las dificultades que atraviesa Perú -como la violencia, la inseguridad ciudadana, el debilitamiento de algunas instancias políticas y la crisis de los valores- ha recordado a los peruanos que no es posible ser ajenos a estos problemas y que superar dichas dificultades «es una exigencia común en la que deben empeñarse el Estado, los medios de comunicación y toda la sociedad, hasta alcanzar el camino de la paz y el desarrollo basado en la justicia, la verdad, la honestidad y la solidaridad».
De esta manera, el Presidente del Episcopado Peruano, ha invitado a los fieles de su país para que se construya una sociedad siguiendo el ejemplo de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y demás santos peruanos: «Convocados por el Papa Francisco a construir una sociedad donde se derrame la fragancia de la fraternidad, levantamos la mirada a Rosa de Lima, a Martin de Porres y otros santos peruanos que haciendo eco de la radicalidad cristiana que pide Nuestro Señor Jesucristo, marcaron el corazón de las generaciones de peruanos con un llamado a la honestidad de vida, a la sencillez, a la cercanía del pobre, a la defensa de la vida, a la renuncia de las ventajas personales y a la plena confianza en Dios».
Al finalizar su misiva, el prelado peruano pidió la bendición de Dios y oró a Nuestra Señora para que interceda por Perú: «Que Dios, el Señor de la historia, por la oración maternal de la Virgen María, derrame sus abundantes gracias y bendiciones sobre nuestro Perú, para que pueda alcanzar el desarrollo con equidad, el progreso económico con justicia social y la formación del nuevo peruano en la solidez de los valores que anuncia el Evangelio de la Verdad y de la Vida».
Con información de la CEP.
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