Santiago de Compostela (Martes, 30-07-2013, Gaudium Press) «Me dirijo con cordial afecto a vosotras, queridas familias, que habéis perdido a vuestros seres queridos. Desde el primer momento os hemos tenido en nuestro corazón como también a ellos. Os ha llevado en su corazón Galicia y España y tantas personas, Cardenales, Obispos, religiosos y laicos, más allá de nuestras fronteras», fue el saludo que dirigió Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela durante la Homilía de la Santa Misa Funeral que presidió en la Catedral compostelana por las víctimas del accidente ferroviario ocurrido el pasado 24 de julio.
A las familias de las víctimas, quienes viven el dolor por la pérdida de un ser querido, el Arzobispo dijo: «Este profundo dolor lo hemos vivido en la fe, en la esperanza cristiana y en el misterio, sintiendo la cercanía de nuestra gente, que se desvivió para atender a las víctimas, y el esforzado trabajo de cuantos colaboraron para paliar el inmenso dolor. También nuestros sacerdotes ofrecieron su disponibilidad. Signos de luz en el misterio de la muerte y el dolor».
«Toda tristeza por la muerte del ser querido es sagrada», Mons. Barrio. |
Más adelante, a ellas, continuó expresando: «Quisiera, queridas familias, enjugar vuestras lágrimas y aliviar vuestro dolor. Es verdad que hubiera preferido acompañar sencilla y afectuosamente vuestro silencio en oración. Pero al presidir esta Eucaristía, sacrificio redentor de Cristo, recordando que «en la vida y en la muerte somos del Señor», afirmamos nuestra fe en la vida eterna, seguros de que en la meta de nuestra peregrinación terrena nos espera Cristo Resucitado, vida definitiva para los que han muerto y consuelo para los que todavía peregrinamos en este mundo».
Mons. Barrio también recordó que la fe en Jesucristo Resucitado es la que «nos sostienen en nuestra peregrinación terrena», y la que «nos reafirma en la convicción de que la última palabra la tienen Dios», que es «siempre una palabra de vida».
Sobre lo cual, continuó: «Solo esta esperanza puede consolar adecuadamente la pérdida de unos seres queridos y dar sentido a sus vidas y a sus muertes, reanudar un diálogo con ellos que la muerte interrumpió bruscamente y consolidar los vínculos de una comunión real, garantizada por Cristo».
En otro momento el Arzobispo de Santiago de Compostela habló sobre el sentido de la muerte: «La muerte forma parte de la verdad, del sentido y de la esperanza de nuestra vida. Nuestros hermanos han perdido sus vidas cuando tantos proyectos y tantas esperanzas llenaban su quehacer diario personal, familiar y laboral. No es fácil comprender y aceptar esta realidad, pero no debemos malgastar nuestro dolor. Todo tiene sentido en nuestras vidas».
Luego manifestó: «Por eso toda tristeza por la muerte del ser querido es sagrada».
Mons. Barrio finalizó la Homilía encomendando a las víctimas a la misericordia de Dios e invitando a las familias de los fallecidos a dejar el destino de sus seres queridos «en manos el Padre con el dolor, pero con paz, con lágrimas pero con esperanza».
La solmene Misa Funeral contó con la presencia de los Príncipes de Asturias, la infanta Elena y el presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy, además de otras autoridades locales, quienes se unieron al dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos en el fatídico accidente.
Con información de la Agencia SIC.
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