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Río de Janeiro (Martes, 30-07-2013, Gaudium Press) La apertura hacia el don de la vida fue uno de los mensajes expresados en la Eucaristía de clausura de la JMJ Río2013, a través de un bello signo durante el momento del ofertorio. Una de las familias que llevó las ofrendas hacia el altar llevaba en sus brazos a sus hijos, una de los cuales padece anencefalia, una grave enfermedad que pudo haberle causado la muerte poco tiempo después nacer. La dolencia pudo haber motivado su muerte mucho antes, si sus padres hubieran aplicado la ley que permite en Brasil realizar el aborto en este tipo de casos. En su lugar, sus padres optaron por dejarla vivir el tiempo que sea posible y portaban camisetas en contra del aborto al momento de entregar su ofrenda al Santo Padre.
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| El Santo Padre Francisco bendijo la pequeña niña que padece anencefalia durante el ofertorio de la multitudinaria Eucaristía en Copacabana. Foto: Centro Televisivo Vaticano. |
Una Eucaristía papal ofrece muchos mensajes al mundo, especialmente cuando se trata de un multitudinario encuentro de millones de jóvenes cuya transmisión es seguida en directo por multitudes de fieles de todos los países. La presencia de la niña que padece anencefalia en el presbiterio en Copacabana duró tan solo un instante, pero su significado es notable, tanto para Brasil como para el mundo que permanecía atento a los acontecimientos de la JMJ.
El sacerdote Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, explicó la forma en que la familia fue seleccionada para participar de esta forma en la Eucaristía. «El Papa los encontró ayer (el sábado 27 de junio) a la salida de la Catedral, bendijo a la niña y quedó muy impresionado», relató. La supervivencia de la bebé es un hecho excepcional, ya que la grave enfermedad (que consiste en la ausencia de cerebro en los pacientes) hace que los niños que la padecen fallezcan naturalmente pocas horas después de su nacimiento.
Por el testimonio de este matrimonio, el Santo Padre «los invitó a participar de la Misa de ayer y ofrecer la niña a Dios en el momento del ofertorio como expresión de ofrecer la vida». La pequeña niña, explicó, «podría haber sido abortada, según la ley, pero los padres recibieron la vida y su presencia ayer en la Misa fue como un signo de confianza, de amor, de aceptación de la vida que el Papa deseó».
Varios medios de comunicación destacaron el hecho, ya que el claro mensaje de las camisetas vestidas por sus padres con la frase «Detengamos el aborto» pudo haber sido visto por la Presidente del país, Dilma Rousseff, presente en la Eucaristía y quien debe decidir si sancionar o no una ley recientemente aprobada en el Congreso que promueve ampliamente el uso de fármacos abortivos.
Con información de Nuevo Diario.
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