Erexim (Martes, 30-07-2013, Gaudium Press) En el clima de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la Parroquia San Cristóbal, perteneciente a la diócesis de Erexim, en el Estado de Río Grande del Sur, Brasil, concluyó el último domingo la novena y fiesta de su patrono. El viernes pasado, en el salón parroquial San Cristóbal, fue realizada una cena de confraternización de los choferes, que reunió a más de mil personas.
Antes de la cena, a las 19:00 horas, hubo la misa del octavo día de la novena en preparación a la fiesta del patrono, que contempló la celebración de la fe en las estradas y fue presidida por el padre Dirceu Balestrin, ex-párroco y actual Vicario General de la diócesis. En la homilía, el sacerdote habló de la importancia de la fe también en el tránsito, que exige infra-estructura siempre más perfeccionada, pero, principalmente, extremo cuidado de quien dirige cualquier tipo de vehículo automotor.
Ya al día siguiente, último día de la novena, la celebración eucarística fue presidida por el párroco padre Valtuir Bolzan, juntamente con el vicario parroquial padre Maximino Tiburski. El enfoque de la noche fue la celebración de la fe con la juventud. Durante la homilía, el padre Bolzan habló de la venida del papa Francisco al Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, que ocurrió del 23 al 28 de julio, en Río de Janeiro.
Él también citó algunas palabras del pontífice respecto a los jóvenes en el primer pronunciamiento, por ocasión de la recepción oficial en el Palacio Guanabara: «Cristo tiene fe en los jóvenes y les confía el futuro de su propia causa: Id, haced discípulos. Id más allá de las fronteras de lo que es humanamente posible y creen un mundo de hermanos». La juventud es la ventana por la cual el futuro entra en el mundo y, por eso, nos impone grandes desafíos.
Después, exhortó a los jóvenes a asumir la exhortación de San Pablo a Timoteo, que era muy joven: «sea para los fieles un modelo en la palabra, en la conducta, en el amor, en la fe, en la pureza… no descuide el don de la gracia que hay en usted, recibida por la profecía y por la imposición de las manos. Cuide bien de esas cosas persevere en ellas».
En el domingo de la fiesta las actividades iniciaron a las 8:00 horas, cuando una extensa fila de ómnibus, camiones, automóviles y motocicletas tomó las calles próximas a la iglesia San Pedro, aguardando el inicio de la gran procesión de San Cristóbal. A las 8:30 horas, a la señal del vehículo de la Dirección de Tránsito del Municipio y sonar de la sirena del vehículo del Cuerpo de Bomberos con la imagen del santo, la procesión se desplazó rumbo a la iglesia San Cristóbal.
A las 10:00 horas, en altar campal al lado de la iglesia San Cristóbal, padre Bolzan presidió la misa de la fiesta, que contó con la animación por el equipo de liturgia de la sede parroquial y del grupo de música y canto. El celebrante recordó en la homilía dos aspectos del contexto de la novena preparatoria a la fiesta: días muy fríos y la presencia calurosa del papa Francisco en el País. Mencionó el término de la JMJ y el enfoque general de la novena: «Con San Cristóbal, celebrar la fe, ligado al Año de la Fe».
Reflexionando sobre el evangelio del domingo, que abordó la oración del Padre Nuestro, padre Bolzan afirmó que la oración lleva a hacer el bien, transforma la vida. Citó la afirmación del Papa Francisco: «Dentro del ser humano hay un hueco y este debe ser llenado con la oración». Por último, invitó a los fieles a pedir, por intercesión de San Cristóbal, firmeza y vigilancia en el volante. El cierre del evento sucedió, a las 14:30 horas, con la bendición de la salud con el Santísimo Sacramento. (FB)
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