Roma (Sábado, 03-08-2013, Gaudium Press) El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Mauro Piacenza, ha publicado un mensaje a todos los sacerdotes con motivo de la conmemoración del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, fiesta litúrgica que se celebra el domingo 04 de agosto. En su mensaje, el Prefecto invita a los presbíteros a imitar la ejemplar vida sacerdotal del Santo y celebró el compromiso de tantos sacerdotes que ofrecen un «testimonio heroico diario de fidelidad a Cristo y a la Iglesia y, por lo tanto, a todos los hombres».
San Juan María Vianney. |
El Cardenal Piacenza recordó a los sacerdotes que la figura íntegra del Santo Cura de Ars es un ejemplo refulgente de un «pastor que tiene el olor de las ovejas», por su «dedicación pastoral e incansable oración por la salvación de aquellos que el Señor le había confiado».
Testimonio heroico y silencioso de muchos sacerdotes
Junto a la memoria del Santo, el Prefecto recordó a numerosos sacerdotes que «en el silencio y la oscuridad» cumplen su misión de forma heroica, si bien la agitación y el ruido de cualquier otra noticia atrae la atención del mundo, en lugar de la lealtad y el sacrificio. «El sacrificio de aquellos que durante años y años son fieles a su ministerio a menudo no es cosechado inmediatamente», advirtió el Cardenal. Sin embargo la Iglesia, a través de sus sacerdotes, continúa «la siembra llena de oración, el esfuerzo y el sacrificio de aquellos que, en los rincones más oscuros del mundo (…) anuncian la Luz de la Fe, con la certeza de que no hay pobreza más grande que aquella de quien no conoce a Cristo y su misericordia».
El Card. Piacenza recordó también el sacrificio de los sacerdotes que luchan para liberar a los hombres de la esclavitud del mal y de la ganancia injusta; «el sacrificio de aquellos que cada día que pasa anuncian, defienden y difunden la verdad, en fidelidad a la Revelación, conocida y vivida, y a la celebración de los misterios divinos , donde sucede realmente la salvación de la humanidad; y el sacrificio de quienes pasan horas y horas en el confesionario por la salvación de las almas y el anuncio del perdón».
El «buen ejército» de la Iglesia
«Son todos estos hermanos sacerdotes a quienes quisiera recordar en este día en que se conmemora a San Juan María Vianney», afirmó el Prefecto, quien recordó la importancia de la figura del presbítero en la sociedad, en la dimensión personal y eclesial. El purpurado reclamó la justa valoración de este importante papel: «Un mundo que margina al sacerdocio ministerial es en realidad, más allá de cualquier justificación aparente , un mundo deseoso de excluir a Dios, nuestro Dios, cuyas entrañas son de misericordia».
El Cardenal expresó en su carta un mensaje de esperanza en el «buen ejército» de sacerdotes de la Iglesia , «un ejército de la paz y de la bondad, la verdad y el amor, la luz y la misericordia». Su labor permite que la fe permanezca en los corazones y la mente de los hombres, «en la vida de aquellos por quienes el Padre ha enviado a su Hijo y puede encender por todas partes el fuego del amor divino».
El Prefecto encomendó a la Santísima Virgen y a San Juan María Vianney a todos los sacerdote, «para que sean cada vez más lo que deben ser: la presencia de Cristo, el Buen Pastor, en medio de su pueblo. Presencia orante, fien y sacrificada, transfigurada y transfigurante, porque es la presencia del Resucitado», concluyó el Cardenal Piacenza. «¡Buena fiesta del Cura de Ars a todos!».
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