Bogotá (Jueves, 08-08-2013, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de Viena, Mons. Christoph Schönborn, se encuentra en la capital colombiana, promocionando el próximo Congreso Mundial de la Divina Misericordia, que se realizará en Bogotá del 15 al 19 de agosto de 2014. Este será el Tercer Congreso Mundial, después de sus ediciones en Roma(2008) y en Cracovia (2011).
Gaudium Press aprovechó el paso del purpurado por el país para preguntarle sobre dos temas puntuales:
Gaudium Press: Eminencia, en Colombia la familia está en una situación de crisis muy grande. Este es un país de gran tradición católica, de gran sentimiento católico, pero al mismo tiempo cada vez menos parejas se casan, y de las que se casan cada vez más parejas se separan. Las estadísticas hablan de un 50% de separaciones y parece que eso incluye a los matrimonios en la Iglesia. ¿Cómo un congreso como el de la Divina Misericordia que se realizará en Colombia en el próximo año viene a incidir en esta realidad?
Foto: Sonia Trujillo / Gaudium Press |
Cardenal Schönborn: Yo no conozco la situación de Colombia. Puedo decir que en Austria, en nuestra Arquidiócesis de Viena, más del 60% de los matrimonios van al divorcio. Eso es un drama, es un desastre para la sociedad, para la economía también, para la educación, por todo, pero ante todo es el drama de los niños. Son las primeras víctimas de esta situación.
Una llamada a vivir la misericordia, es primeramente la llamada a cambiar de mirada. Es asumir la mirada de Jesús que dice: «Dejad que los niños vengan a mí». Miren a los niños, los efectos de la división de los padres, los efectos que eso causa en los niños. Invitar a la misericordia con los niños es uno de los caminos posibles para sanar esa situación. Si los padres, la pareja vive el misterio de la Divina Misericordia entre ellos, ellos llegan inevitablemente al perdón, a la reconciliación. Y es posible que haya reconciliación; por lo menos que no se haga pesar el peso de los conflictos sobre las espaldas de sus niños.
Es el drama que nosotros vemos tantas veces en nuestros países, en Europa. Los padres tienen conflictos dramáticos entre ellos y hacen pesar esos conflictos sobre las espaldas de sus niños. Es falta de misericordia con sus niños. No es culpa de los niños si los padres no pueden vivir juntos.
Es esta mirada muy concreta la que nos enseña Jesús, que nos enseña el Evangelio, a la cual puede ayudar el Apostolado de la Misericordia.
Gaudium Press: Eminencia, ¿cómo se compagina, en el marco de las revelaciones a Santa Faustina Kowalska, la misericordia con la justicia?
Cardenal Schönborn: No hay misericordia sin verdad. No hay justicia sin verdad. Pero la justicia sin misericordia vuelve a ser duda. Misericordia sin justicia se hace floja; mórbida se dice en italiano. Por eso, la verdadera justicia es dar a cada uno lo que necesita, definición clásica de la justicia distributiva. (…) La llamada a la misericordia es siempre una llamada más de justicia. A una justicia auténtica, verdadera. No se puede vivir el compromiso de la misericordia sin una llamada fuerte a la justicia. Pienso que el Papa Francisco nos habla muy claramente de eso.
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