Colombo (Viernes, 09-08-2013, Gaudium Press) A través de una fuerte declaración, el Cardenal Malcolm Ranjith, Arzobispo de Colombo y Presidente de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka, rechazó el ingreso de militares armados a un templo católico donde un grupo de jóvenes desarmados había pedido refugio tras sufrir el ataque de las autoridades. Para el purpurado, la muerte de tres de los manifestantes y la entrada de militares armados a la iglesia fueron actos inaceptables.
Cardenal Malcolm Ranjith, Presidente de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka. |
«Nosotros como Iglesia Católica condenamos categóricamente el asesinato de estos tres menores y la profanación de la iglesia de San Antonio, Weliweriya», afirmó el Cardenal Ranjith en una declaración durante el funeral de una de las víctimas, según informó la agencia Asia News. «Es un sacrilegio que cualquier persona entre a un recinto sagrado con armas en sus manos y que se comporte allí de forma violenta. Estas acciones no pueden ser aceptadas».
El purpurado exigió que se preserve en toda circunstancia «la santidad de los terrenos sagrados» y que además también se respete a quienes buscan protección en los templos. Sobre el hecho particular, pidió de forma clara que se identifique a los culpables de las muertes y se aplique justicia de acuerdo a la ley, al tiempo que reiteró que esa es la única forma aceptable de resolver la situación y exhortó a que la población no intente «tomar la ley en su propia mano».
El Cardenal rechazó el uso desproporcionado de la fuerza para enfrentar las protestas y pidió que se utilicen preferencialmente alternativas de diálogo pacífico. El gobierno central de Sri Lanka ha reconocido oficialmente la ilegitimidad de las acciones militares denunciadas por el Cardenal y ha anunciado que se hará la debida compensación a las víctimas.
Con información de Asia News.
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