Bogotá (Lunes, 12-08-2013, Gaudium Press) Con motivo del Año de la Fe y como una ocasión para reflexionar sobre la familia como transmisora de la fe, del 7 al 9 de agosto tuvo lugar en Colombia el Encuentro Nacional de Delegados de Pastoral Familiar y Movimientos de Familia.
Durante el evento, que ocurrió en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en Bogotá, el Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Ettore Balestrero, sostuvo un breve encuentro con los participantes de la jornada a quienes llamó a defender la familia «con respeto, claridad y sin ambigüedades», especialmente en el ámbito público.
Mons. Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico en Colombia / Foto: CEC. |
Asimismo, exhortó a las familias a vivir «con mucha coherencia la fe y trabajar juntos dentro y fuera de la Iglesia».
Finalmente, Mons. Balestrero, invitando a las familias a ser epicentros de fe y de promoción de la vida invitó: «Que siempre sean hogares de fe, hogares donde se promueven la vida, la familia, donde se trabaje para el futuro de Colombia y siempre en el sentido de la fe».
Un reto: la evangelización de la familia
Precisamente sobre este encuentro fue entrevistado por el Departamento de Comunicaciones del Episcopado Colombiano el Presidente de la Sección de Familia de la CEC y Obispo de El Espinal, Mons. Pablo Emiro Salas Anteliz.
Refiriéndose al tema de la jornada, que se centró en la transmisión de la fe en la familia, dijo: «Pensamos que es un tema muy importante, porque el futuro de la familia se juega en la profundidad de su fe, en la profundidad de su evangelización. De modo que si no hay vivencia de la fe, tampoco hay transmisión de la fe».
Ante lo cual continuó: «Si no tenemos una familia evangelizada que desde su propia verdad y realidad viva su fe, tampoco vamos a tener una familia que sea capaz de transmitir esa fe a sus hijos».
En este sentido dijo que uno de los más grandes retos es la evangelización de la familia: «Somos conscientes que tenemos un gran reto, que es muy grande, que es la evangelización de la familia con un anuncio muy unido a la situación de la familia. Estamos hablando que es muy importante que la familia encuentre espacios en sus parroquias donde puedan vivir justamente esta experiencia de fe. Estamos hablando que las familias necesitan con urgencia laicos, familias mismas bien formadas y comprometidas, de modo que haya en cada diócesis familias que puedan liderar este trabajo».
Con información de la CEC.
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