"Los padres están llamados a transmitir a sus hijos la consciencia de que la vida debe ser defendida": Papa Francisco

Ciudad del Vaticano (Lunes, 12-08-2013, Gaudium Press) La Semana Nacional de la Familia, un momento de reflexión entre las familias católicas sobre la fe, se inició este domingo 11 en todo el Brasil. El tema de este año es «Transmisión y Educación de la Fe Cristiana en la Familia».

Con motivo de este evento, el último martes 6 el Papa Francisco envió un mensaje y bendición apostólica para los fieles, comunidades y parroquias que participaría en este encuentro que culminará el 17 de agosto.

En el mensaje, el Santo Padre recordó su viaje a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), resaltando las alegrías que vivió con el pueblo brasileño.

El Papa afirma que el tema de la Semana Nacional de la Familia alienta a los padres «en esa noble y exigente misión que poseen de ser los primeros colaboradores de Dios en la orientación fundamental de la existencia y la seguridad de un buen futuro».

El Pontífice se refirió sobre las prácticas comunes de fe en la familia, basándose en una de las cartas de la Encíclica ‘Lumen Fidei’ (53), donde afirma que las familias deben acompañar la madurez de fe de los hijos. «En este sentido, los padres son llamados a transmitir, tanto por palabras como, sobre todo por las obras, las verdades fundamentales sobre la vida y el amor humano, que reciben una nueva luz de la Revelación de Dios», dijo el Papa.

Sobre el asunto de la cultura de lo descartable, que fue uno de los temas discursados por el Papa Francisco durante su paso por Río de Janeiro, él pondera al decir que «los padres son llamados a transmitir a sus hijos la consciencia de que la vida debe ser defendida, ya desde el vientre materno, reconociendo allí un don de Dios y garantía del futuro de la humanidad». Además, el Pontífice pide la atención para los más viejos, «especialmente a los abuelos, que son la memoria viva de un pueblo y transmisores de la sabiduría de la vida».

Finalizando el mensaje, el Papa desea que las familias brasileñas sean «convincentes heraldos de la belleza del amor sustentado y alimentado por la fe y como compromiso de gracias de lo Alto», pidiendo intercesiones a Nuestra Señora Aparecida y concediendo la Bendición Apostólica.