Ciudad de Jefferson (Martes, 13-08-2013, Gaudium Press) Un hecho con características extraordinarias se registró el pasado 04 de agosto en un carretera de Missouri, Estados Unidos. Un aparatoso accidente de tránsito puso en grave riesgo de muerte a la joven Katie Lenz, quien resultó atrapada en su vehículo a pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate. Inesperadamente, un sacerdote llegó al lugar, oró y administró los sacramentos a la mujer, tras lo cual las herramientas, que habían fallado repetidamente, funcionaron y se pudo realizar el rescate. Cuando buscaron al presbítero para agradecerle, éste ya no se encontraba en el lugar. Tras un notable revuelo por la noticia, finalmente se identificó al misterioso sacerdote: el P. Father Patrick Dowling de la Diócesis of Jefferson City.
El P. Patrick Dowling agradeció a los rescatistas la oportunidad de ejercer su ministerio en medio de la crítica situación del accidente. |
Un rescate extraordinario
«Creo que he visto a un ángel guardián en acción», manifestó a los medios de comunicación Jeremiah See, miembro del equipo de Bomberos de New London, quien atendía la emergencia. Mientras trataban sin éxito de sacar a la joven del vehículo mientras su signos vitales se debilitaban, ésta les pidió que oraran. En ese momento y a pesar de que las vías estaban bloqueadas a causa del accidente, llegó un sacerdote, el P Dowling. «Comenzó a rezar y a usar el aceite de la unción», relató el bombero. «Había una calma que, para mí, pareció cubrir toda la escena».
Cuando el sacerdote terminó de auxiliar espiritualmente a Lentz, según el reporte de See, le dijo a los trabajadores de rescate que mantuvieran la calma y que las herramientas ahora funcionarían. «Instantáneamente, en ese momento, nuestro departamento vecino llegó con herramientas nuevas». Una vez se pudo sacar a la joven del vehículo y trasladarla para su atención médica, buscaron al sacerdote para agradecerle, pero él ya no se encontraba en el lugar. Aunque varias personas tomaron fotos del rescate, en ninguna de ellas aparecía el presbítero.
La versión del sacerdote
El P. Patrick Dowling se encontraba manejando su vehículo en el momento del accidente, después de celebrar una Eucaristía en Ewing. Según explicó, al darse cuenta de que podría haber heridos en el lugar avanzó con su vehículo lo más cerca posible y continuó a pie el tramo restante, unos 140 metros. «Le pregunté al comisario si se requeriría un sacerdote», relató a CNA.
Una vez llegó al vehículo, realizó su labor como sacerdote. «Cuando la joven mujer me pidió que orara para que su pierna dejara de doler, lo hice. Me pidió que lo hiciera en voz alta, y así lo hice brevemente». Tras administrar la unción y la absolución a la joven en peligro de muerte, el P. Dowling se retiró para no incomodar las labores. «Los trabajadores de rescate necesitaban espacio y no hubieran apreciado la distracción. Me hice a un lado y recé mi Rosario en silencio hasta que la mujer fue sacada del vehículo».
De esos momentos, el sacerdote recuerda la calma y notable precisión de los rescatistas. Al ver que se había concluido la labor, el Padre se despidió del comisario y se marchó. El hecho de su presencia en el lugar, providencialmente oportuna, fue explicado por el sacerdote como una respuesta a las oraciones: «Tiene que recordar: Habían muchas personas orando allí, muchas, muchas personas, y todas estaban orando, obviamente por su salud y su seguridad. Yo era probablemente parte de la respuesta a sus oraciones. Llegué y ungí, y absolví», manifestó el sacerdote.
«Yo le agradezco a Dios y a los sorprendentemente competentes trabajadores de rescate», comentó. «Les agradezco por recibirme en una situación tan altamente cargada y permitirme ejercer mi ministerio como sacerdote».
Sobre las circunstancias extraordinarias referidas por el bombero sobre el funcionamiento de las máquinas y la indicación de que el rescate sería exitoso, el P. Dowling no pudo dar una explicación. «Yo no dije otra palabra», declaró. «No dije algo como que la maquinaria comenzaría a trabajar o que ellos tendrían éxito en sacarla del vehículo. Eso no salió de mis labios, aunque dos personas lo escucharon», concluyó.
Con información de National Catholic Register.
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