Río de Janeiro (Martes, 20-08-2013, Gaudium Press) El Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, recibió una carta enviada por el Papa Francisco, que agradeció el cariño y acogida del pueblo brasileño durante su paso por el país en el período de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Mons. Orani acompañó al Papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud Foto: Gustavo Kralj/Gaudium Press |
El Pontífice, recordó con enorme cariño los inolvidables días de su permanencia en Río de Janeiro, donde los cariocas y peregrinos le «brindaron con un caluroso acogimiento». Esto hizo con que el testimonio de Fe fuese un momento «mucho más fuerte que el frío y la lluvia que marcaron gran parte de estos días».
El Papa agradeció a Mons. Orani y sus Obispos Auxiliares y miembros del Comité de Organización Local por la generosidad y empeño en la preparación de la Jornada. Voluntarios y bienhechores también fueron recordados por el Sumo Pontífice por la dedicación para que la JMJ «fuese un acontecimiento que marcara la Historia de la Ciudad Maravillosa y para la Iglesia que está en Brasil».
El Santo Padre también pidió que transmitiesen sus agradecimientos a los envueltos con la Red de Tratamiento de Dependencia Química, en el Hospital San Francisco de Asís de la Providencia de Dios, localizado en el barrio de Tijuca.
También, el Papa Francisco dejó su saludo a los moradores de la Comunidad de Varginha, que, junto con su párroco, le proporcionaron una «recepción calurosa y alegre», así como a los moradores de Copacabana, «que tan generosamente, acogieron en su barrio a los millones de fieles que participaron de las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud».
Una palabra especial fue también enviada a los moradores de Guaratiba en la misiva, donde destacó que, a pesar de no haber realizado la celebración de la Misa de Envío en el Campus Fidei, debido a las fuertes lluvias en la región, «quería que ellos supieran que el Papa está muy próximo de ellos y que reza por cada familia de aquel vecindario».
«Con estos sentimientos y votos que confío a Nuestra Señora Aparecida, imploro del Espíritu Santo renovada efusión de sus dones sobre el ministerio de Mons. Orani y de sus sacerdotes para llevar a su pueblo a reposar y saciarse en Dios, al conceder a todos los hijos e hijas de la queridísima Arquidiócesis de San Sebastián de Río de Janeiro, con mención especial a los ancianos y enfermos, los jóvenes y niños, mi Bendición Apostólica y pido que, por favor, no dejen de rezar por mí», finalizó el Papa. (LMI)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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