Egipto (Miércoles, 21-08-2013, Gaudium Press) Mientras la grave situación de orden público en Egipto persiste, los Obispos del país han denunciado los ataques sistemáticos que han sufrido numerosos templos e instituciones cristianas, a los que se suman las familias que también son víctimas de los ataques y se han visto obligadas a huir en ciertas regiones. La manifestantes radicales culpan a los cristianos de la caída del presidente Morsi y pretenden con los ataques generar el caos en todo el territorio.
«Muerte a los cristianos»
La Iglesia de Santa Teresa en Assiut, incendiada tras el ataque de los radicales. |
«Los manifestantes pro Morsi, tras ser expulsados del centro de Luxor, llegaron a la puerta del obispado gritando ‘muerte a los cristianos’. Afortunadamente, la policía llegó a tiempo para salvarnos», relató a la agencia Fides el Obispo copto católico de Luxor, Mons. Youhannes Zakaria. «Todo el mundo está encerrado en su propia casa. Yo estoy encerrado en el Obispado desde hace unos 20 días. Las fuerzas de seguridad me han aconsejado no salir», comentó.
La situación del prelado es la misma de numerosos cristianos y musulmanes que temen perder la vida en medio de los disturbios. «Estoy llorando por toda esta humanidad sencilla, musulmanes y cristianos, que reside en los pueblos de la zona que no tiene nada, porque los suministros de alimentos se están agotando y la gente tiene miedo de salir de casa», agregó Mons. Zakaria. «Incluso aquellos que tienen dinero no pueden comprar comida porque todas las tiendas están cerradas. Me gustaría ir donde están para ayudarles, pero no puedo porque yo también estoy segregado en casa».
La Iglesia ha reiterado que los grupos radicales manipulan la información para alimentar la violencia contra los cristianos, unos 10 millones en todo el país, ya que las protestas que pusieron fin al gobierno de Morsi tuvieron el respaldo de más de 33 millones de personas de todos los credos. El saldo parcial de esta estrategia es gravemente preocupante. «Han sido quemadas más de 80 iglesias y varias escuelas cristianas», denunció el Obispo, quien hizo un llamado para recuperar el orden y la pacífica convivencia en el país. «Quiero recordar que en Egipto la Iglesia Católica dirige desde Alejandría hasta Asuán más de 200 escuelas en las que los alumnos cristianos y musulmanes se sientan juntos en las mismas clases como compañeros».
Los radicales no representan a la población de Egipto
Por su parte, el Obispo copto católico auxiliar de Alejandría, Mons. Yohanna Golta, expresó a Asia News que los grupos radicales que dirigen las protestas no representan realmente al pueblo de Egipto, como pretenden aparentarlo ante la comunidad internacional. «Los egipcios cristianos y musulmanes están unidos para cambiar el país, en cambio los Hermanos Musulmanes son un movimiento internacional que no está dirigido hacia el bien de Egipto» denunció el prelado.
Interior del templo de San Teodore, en Minya, Egipto. |
Según Mons. Golta, la implantación de una legislación islámica en el país y la promesa de cesión de territorios a Palestina hacían parte de un proyecto político que no era compartido por la población. «La gente de Egipto, en especial los jóvenes, rechazan ese plan», afirmó Mons. Golta. Esta fue la manifestación multitudinaria que impuso la caída del gobierno de forma pacífica con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía. «Todos, las mujeres, los hombres, los ancianos, niños (…) marcharon juntos sin pelear», comentó el Obispo auxiliar, quien añadió que incluso imanes tomaron parte en las protestas. Por este motivo reducir el conflicto a un enfrentamiento entre las autoridades y los manifestantes actuales es desconocer la opinión de millones de habitantes del país.
El prelado también aseguró que la realidad de la violencia no corresponde con los reportes de medios de comunicación internacionales. «El precio de este caos, además de los cientos de muertes en enfrentamientos entre islamistas y ejército son más de 40 iglesias quemadas y 500 hogares cristianos destruidos deliberadamente», denunció Mons. Golta. La mayoría de la población, afirmó, está defendiendo a los cristianos, sus templos y sus hogares. «Una pequeña minoría está instigando el enfrentamiento y no representa a Egipto», afirmó, razón por la cual pidió a los gobiernos no dar crédito a las falsas informaciones y no pasar por encima de la voluntad de la población egipcia.
El llamado a no intervenir
Mons. Youhannes Zakaria, Obispo de Luxor, quien estuvo a punto de ser víctima de un ataque por parte de radicales. |
Uno de los aspectos de la posición de las autoridades católicas en Egipto que resulta difícil de interpretar desde fuera es el reiterado llamado a que los países no intervengan en la situación. Una explicación de este hecho fue ofrecida a The Catholic Register por Mejed Bebawi, presidente del consejo parroquial de la parroquia copto católica de la Sagrada Familia en Toronto, Canadá, comunidad que mantiene una estrecha comunicación con Egipto. «Tenemos que resolver esto por nosotros mismos», afirmó. «La cosa más peligrosa para los coptos (cristianos) en Egipto ahora es cualquier énfasis sobre el apoyo internacional a la comunidad cristiana». Según Babawi, una intervención extranjera en favor de los cristianos alimentaría «el argumento de los Hermanos Musulmanes de que los cristianos no son verdaderos egipcios y que deben ser tratados como extranjeros».
Otra perspectiva menos positiva es el temor de que una intervención extranjera se llegara a realizar a favor de los sectores radicales responsables de los ataques. «Los gobiernos occidentales no ven la realidad que está pasando aquí», manifestó Mons. Kyrillos William Samaan, Obispo copto católico de Assiut en diálogo con Ayuda a la Iglesia Necesitada. «Un grupo de terroristas utilizó armas contra nosotros. Los gobiernos occidentales no deberían apoyarlo».
Finalmente, Mons. Youhannes Zakaria, Obispo de Luxor, confió a las oraciones de los fieles de todo el mundo la resolución de la grave situacion. «Hago mío el llamamiento del Papa Francisco para que se rece por la paz en Egipto. Sólo a través del diálogo y el respeto recíproco se podrá salir de esta trágica situación», expresó a Fides. En una declaración similar a Ayuda a la Iglesia Necesita, el prelado insistió sobre este camino. «Necesitamos las oraciones de todos para resolver nuestros problemas. Es el futuro de nuestros hijos lo que nos preocupa, que los buenos cristianos y musulmanes puedan vivir juntos».
Con información de Agencia Fides, Asia News, The Catholic Register y Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Gaudium Press / Miguel Farías.
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