Ciudad de México (Lunes, 26-08-2013, Gaudium Press) Un llamado a los seminaristas para que por medio de su testimonio de fe construyan el Reino de los Cielos y atraigan a muchos más en la vida «plena, feliz a la que el Señor nos llama», fue el que hizo Mons. Jorge Estrada Solórzano, Obispo Auxiliar para la V Vicaría Episcopal de la Arquidiócesis de México, a 900 seminaristas de todo México, quienes se dieron cita el pasado sábado 24 de agosto en el Santuario Mariano de Nuestra Señora de Guadalupe.
Los seminaristas acudieron al templo guadalupano para renovar su fe delante de la Patrona de México, un evento que estuvo enmarcado en una celebración Eucarística que presidió Mons. Estrada Solórzano en representación del Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, y que hizo parte de las actividades que tienen lugar este 2013 con motivo del Año de la Fe.
Durante la Homilía que pronunció durante la Santa Misa, el Obispo Auxiliar dijo que es un gran motivo de esperanza ver a tantos jóvenes que han respondido al llamado de Dios, y a la vez les invitó para que sean un fuerte testimonio de que vale la pena dar una respuesta a Dios en el camino sacerdotal.
En este sentido, Mons. Estrada Solórzano exhortó a los jóvenes seminaristas a ser hombres «de una sola pieza», recordándoles que «Dios nos quiere íntegros, hombres verdaderos, hombres honestos, responsables, que no seamos tibios, con dobleces, con doble cara».
Asimismo, los animó a confiar en Dios puesto que «Dios provee aquello que necesitamos en nuestro caminar», y a que no pierdan nunca «la esperanza ni nos agotemos de ejercer el amor».
Durante la Eucaristía, también se oró ante la imagen de Santa María de Guadalupe, a quien se le pidió interceda y proteja a todos los seminaristas de México, para que Dios «los fortalezca en tan delicada tarea y los ayude a transparentar en sus palabras y obras al Cristo que están llamados a formar en cada vocación».
Al finalizar la Santa Misa, los 900 futuros sacerdotes renovaron su fe frente a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y se consagraron a su maternal protección, pidiéndole a Ella les ayuda a cumplir con fidelidad la voluntad del Padre.
Con información de Siame.
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