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La Paz (Martes, 27-08-2013, Gaudium Press) Con el propósito de generar mayor conciencia sobre la dignidad de los ancianos, la Pastoral Social Cáritas de Bolivia conmemoró este 26 de agosto el Día de la Dignidad del Adulto Mayor. La jornada, que fue instituida desde 1948, también hace parte del proyecto de apoyo a los mayores que adelanta la entidad caritativa de la Iglesia en el país suramericano.
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| Con ocasión del Año Internacional de los Ancianos,1999, el Pontificio Consejo para los Laicos publicó el documento «La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y el mundo». |
Sobre esta jornada hizo referencia Elizabeth Callisaya, responsable del proyecto y quien fue entrevistada por Iglesia Viva, medio de comunicación de la Iglesia boliviana: «La jornada es para sensibilizar a la sociedad civil sobre el proceso del envejecimiento. Sabemos muy bien que un día todos vamos a llegar a ser adultos mayores y el tema nos debería de interesar también a todos, porque lamentablemente en Bolivia el ser adulto mayor, es un asunto del adulto mayor y no interesa a nadie más».
El evento tuvo como epicentro una celebración Eucarística en la Basílica de San Francisco en la Paz, en la que participaron los adultos mayores de las diversas organizaciones Cáritas y de las parroquias de la capital boliviana.
Culminada la Santa Misa, tuvo lugar una manifestación en la Plaza del Bicentenario donde se dieron a conocer varios mensajes de sensibilización hacia la dignidad de los abuelos y su aporte a la sociedad.
La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo
El tema de la dignidad de los adultos mayores fue ampliamente tratado por el Pontificio Consejo para los Laicos con ocasión del Año Internacional de los Ancianos, celebrado en 1999. Para la ocasión, el dicasterio vaticano, por medio del documento «La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo», hizo un especial énfasis sobre la importancia de respetar la dignidad de los adultos mayores.
El documento resalta que la Iglesia Católica «insiste en el respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales de la persona anciana, con la convicción de que los ancianos tienen aún mucho que dar a la vida social», y que desea «que se afronte la cuestión con un gran sentido de responsabilidad por parte de todos: individuos, familias, asociaciones, gobiernos y organismos internacionales, según las competencias y deberes de cada cual y de acuerdo con el principio, tan importante, de subsidiariedad».
Asimismo, habla sobre la necesidad de rectificar la actual imagen negativa que se tiene sobre la vejez; una tarea cultural y educativa que involucra a todas las generaciones. «Existe la responsabilidad con los ancianos de hoy, de ayudarles a captar el sentido de la edad, a apreciar sus propios recursos y así superar la tentación del rechazo, del auto-aislamiento, de la resignación a un sentimiento de inutilidad, de la desesperación. Por otra parte, existe la responsabilidad con las generaciones futuras, que consiste en preparar un contexto humano, social y espiritual en el que toda persona pueda vivir con dignidad y plenitud esa etapa de la vida», continúa el documento del dicasterio vaticano.
De otra parte, el documente también dice que «la experiencia que los ancianos pueden aportar al proceso de humanización de nuestra sociedad y de nuestra cultura es más preciosa que nunca, y les ha de ser solicitada, valorizando aquellos carismas propios de la vejez», que son la gratitud, la memoria, la experiencia, la interdependencia y una visión más completa de la vida.
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