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Ciudad del Vaticano (Martes, 27-08-2013, Gaudium Press) «Estoy feliz. Es como haber sido tocada por la mano de Dios», declaró Alejandra Pereyra, argentina de 44 años, después de haber recibido en casa una sorprendente llamada del Papa Francisco en este último domingo 25.
La mujer, residente en Córdoba, región localizada en el centro-norte de Argentina, había escrito una carta para el Pontífice, relatando sus sentimientos después de haber sido agredida por un policía.
Consciente del caso, el Papa, entonces, resolvió entrar en contacto con Alejandra con una llamada. El alivio y el cariño de las palabras del Santo Padre fueron suficientes para calmar la angustia de la argentina.
Durante entrevista concedida a los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), ella contó que se sintió bastante emocionada con el contacto del Pontífice:
«Ayer (domingo) suena el teléfono y del otro lado de la línea me preguntan si yo era Alejandra Pereyra. Cuando pregunté quién gustaría hablar conmigo, la persona me respondió que era el Papa. Me quedé simplemente maravillada con eso», afirmó.
La «Fe y la confianza» fueron devueltas al corazón de Alejandra a través de la ternura y de los consejos proporcionados por el Papa, que pidió a ella que continuara luchando en busca de la justicia.
La mujer destacó que el Santo Padre fue «muy atento», escuchando con «mucha atención» su relato. Ahora, Alejandra tiene un nuevo compromiso con su Fe. «Voy a hacer todo lo posible para viajar al Vaticano. Él prometió recibirme», dijo.
La fiel concluyó diciendo que el Papa devolvió «la esperanza y la fuerza de luchar contra el mal que me hicieron».
Papa llama a joven italiano
La conversación duró aproximadamente ocho minutos. El joven italiano Stefano Cabizza, de 19 años, había recibido la llamada del Papa Francisco en el último día 22 de agosto, alrededor de las 17:00 horas.
Así como Alejandra, Stefano también había enviado una carta al Santo Padre, que luego, se apuró para entrar en contacto con el joven estudiante de ingeniería de la ciudad de Padua.
«Él me dijo que entre Jesús y los apóstoles había informalidad. Él me pidió rezar mucho por él. Él me dio su bendición y sentí que eso despertó en mí una gran fuerza», contó.
El día 15 de agosto, Solemnidad de Nuestra Señora Asunción, Stefano participó de una peregrinación junto con su familia de Roma hasta el pueblo de Castel Gandolfo para asistir la Santa Misa presidida por el Papa.
La intención de la carta, explicó el joven, fue para «compartir esta experiencia maravillosa» que tuvo con el Pontífice. Según él, el Papa Francisco siempre mostró un gran «gesto de humildad y proximidad» hacia sus fieles. (LMI)
Con informaciones de la ACI.
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