Santiago (Lunes, 02-09-2013, Gaudium Press) En un ambiente de profunda fe, alegría y entusiasmo, más de 3 mil adultos mayores peregrinaron al Santuario de Santa Teresa de los Andes, ubicado en la localidad de Auco, con el propósito de cerrar el Mes de la Solidaridad en Chile.
Durante la jornada, los adultos mayores recorrieron el Santuario, visitaron la cripta donde descansan los restos de la santa chilena y recibieron el sacramento de la reconciliación, además de participar de la eucaristía central.
La actividad fue organizada por la Vicaría de la Pastoral Social y de los Trabajadores a través de Cáritas Chile, y congregó a diversas comunidades de adultos mayores quienes desde el año 2008 participan de esta iniciativa para agradecer a Dios «haber pasado agosto», mes que cierra oficialmente los crudos meses de invierno y da paso al tiempo primaveral según la cultura popular.
La Santa Misa fue presidida por el padre Andrés Moro Vicario de la Pastoral Social y de loa Trabajadores y concelebrada por el Vicario de la Zona Oeste, Galo Fernández; el Vicario de la Zona Norte, Rafael Hernández; el Vicario de la Zona Centro, Marek Burzawa; el Vicario de la Zona Oriente, Manuel Paz y el Vicario de la Zona del Maipo, Miguel Hoban.
En la homilía, el padre Moro apreció el lugar que los adultos mayores ocupan en la sociedad, pero al mismo tiempo les llamó a hacer valer por sí mismos la dignidad de sus vidas. «A veces nosotros reclamamos una y otra vez que no nos pescan, que no nos escuchan, que no nos atienden. Sí, tienen toda la razón. Pero también, cuántas veces nos acomodamos a una silla y nos encerramos en una habitación y terminamos haciendo de nuestras vidas un permanente reclamo, en vez de descubrir que podemos hacer tantas cosas todavía», dijo.
En horas de la tarde, monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, visitó inesperadamente a la multitud de peregrinos para agradecer su presencia, junto con manifestar la felicidad que sentía porque «habían pasado agosto», lo que desató una gran alegría, risas y bromas entre los participantes.
Finalmente, el padre Andrés Moro destacó lo positivo de la experiencia, que va muy en la línea de lo que ha pedido el Papa Francisco en sus intervenciones, en que ha llamado a terminar con la «exclusión» de los ancianos en la sociedad. «La invitación de la Iglesia de Santiago a los adultos mayores es salir al encuentro de los demás, salir a mostrar lo que uno comparte y vive y atreverse a realizar un servicio que necesita del corazón y la disposición», agregó.
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