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| Altar en honor al Divino Niño Jesús en su Santuario en el Barrio 20 de Julio en Bogotá. / Foto: Obra Salesiana del Niño Jesús. |
Bogotá (Miércoles, 04-09-2013, Gaudium Press) Sencillamente vestido, con sus pies descalzos, elevando sus manos al cielo y reflejando su tierna mirada, así es la venerada imagen del Divino Niño Jesús del Barrio 20 de Julio en Bogotá, cuya festividad se celebró el pasado 1º de septiembre en su santuario situado en la capital colombiana.
Radio Vaticano entrevistó recientemente al padre Raúl Rojas, sacerdote salesiano y párroco de la Iglesia del 20 de Julio, quien habló sobre la historia de la devoción al Divino Niño, una piedad que nació en Colombia y hoy se ha extendido a diversos países, especialmente de América Latina.
La devoción al Niño Jesús de Praga
«La historia inicia en el año 1935, pero tiene sus precedentes. Quien inicia esta devoción es el Padre Juan del Rizzo, sacerdote salesiano italiano. Él en su familia, vivía una devoción al Niño Jesús de Praga», explicó el sacerdote.
| Foto: Obra Salesiana del Niño Jesús. |
Comentó que uno de esos precedentes fue con la llegada del Padre del Rizzo a Colombia a la ciudad de Barranquilla, donde, junto con otros sacerdotes salesianos, se le encomendó la labor de recoger limosna para apoyar la construcción de un templo. El sacerdote, por ser muy tímido, no logró en esa ocasión pedir limosna recibiendo varios reproches de su superior.
Al culminar el día, como contó el Padre Rojas, el sacerdote italiano se fue a orar frente a una imagen de María Auxiliadora, quien lleva al Niño Jesús en sus brazos, y en un momento determinado siente en su corazón que el Divino Infante le dice: «Tranquilo, mañana yo te acompaño y vamos juntos y recogemos la limosna que necesitas para el templo».
Es desde ese momento, según expuso el Padre Rojas, cuando el padre Juan del Rizzo se confía en el Niño Jesús con un propósito: «voy a ser un propagador de la devoción al Divino Niño Jesús», y lo hace con la devoción que él conocía, que era la del Niño Jesús de Praga.
Del oratorio salesiano a un santuario en honor a la infancia de Jesús
La oportunidad de propagar la devoción a la infancia de Jesús llegó tiempo después tras el arribo del Padre del Rizzo a Bogotá, cuando en el año 1935 se le encomienda la misión de dirigir un oratorio juvenil para atender a niños y jóvenes del Barrio 20 de Julio, donde lleva la imagen del Niño Jesús de Praga.
| Aspecto de una procesión en honor al Divino Niño Jesús al comenzar su devoción en Colombia / Foto: Obra Salesiana del Niño Jesús. |
Pero en ese entonces le piden al sacerdote italiano que no propague la devoción a la imagen de Praga, porque en Bogotá dicha piedad era promovida por la Comunidad de los Carmelitas.
«Entonces se fue al centro de Bogotá al almacén El Vaticano, que aún existe, y allí encuentra la imagen que actualmente se venera en el Barrio 20 de Julio en Bogotá. Esa imagen es de un niño vestido sencillamente con un tono rosa claro, el niño está descalzo y el Padre Juan del Rizzo dice: ‘Este es el niño que yo necesito, porque es un niño sencillo como se visten los niños en palestina'», expuso el Padre Rojas.
Desde ese momento, como comentó el párroco del 20 de Julio, «empieza esa grande devoción a esa imagen del Niño Jesús. Primero los niños y sus familias del sector, y luego gente de Bogotá en las eucaristías de los domingos, todos agradecidos por los favores que recibían del Divino Niño Jesús del 20 de Julio».
La devoción poco a poco se propagó de Bogotá a Colombia, y luego a otros países. Hoy el Santuario llega a recibir más de 60 mil peregrinos semanalmente, quienes llegan al lugar a elevar sus plegarias al Niño Jesús.
«Al Niño Jesús no hay que pedirle poco, hay que pedirle mucho», porque «él lo puede todo, él está allí para ayudarnos (…) Eso sí, pedirle con mucha fe, con mucha confianza», comentó a Radio Vaticano el Padre Rojas.
La fiesta y la Novena de los nueve domingos
Como parte de la devoción a la infancia de Jesús está la Novena de los nueve primeros domingos de mes, que culminó precisamente el pasado 1º de septiembre, con su festividad.
| Foto: Obra Salesiana del Niño Jesús. |
Esta Novena, también promovida por el Padre Juan del Rizzo, refleja los tres grandes aspectos que deben vivir los que son devotos al Niño Jesús: «La conversión, vivida desde el Sacramento de la Confesión; la celebración de la Eucaristía, comulgando; y la solidaridad, el apoyo desde las ofrendas ya sea económica o en alimentos, vestidos o medicinas para los necesitados. Entonces está el amor a Dios expresado en el amor a los más necesitados», expuso el párroco del 20 de Julio.
Además de su celebración en septiembre, otra fiesta en honor al Niño Jesús ocurre el 20 de julio, evento que se conmemora de un modo muy especial por los habitantes del barrio que lleva este mismo título. Una ocasión en la que se propaga también la Novena de la Confianza al Divino Niño Jesús.
Con información de Radio Vaticano.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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