Menú 
México (Jueves, 05-09-2013, Gaudium Press) La reciente celebración del Día del Adulto Mayor en México motivó un mensaje de la Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano que anima a reconocer los valores de la vida en la tercera edad y la dignidad de los ancianos. «Los adultos mayores ofrecen un aporte invaluable a la familia y a la sociedad», afirmaron los Obispos en el mensaje, firmado por el Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la CEM, Cardenal José Francisco Robles Ortega y el Obispo de Puebla y Secretario de la Conferencia, Mons. Eugenio Lira Rugarcía.
 |
| Un llamado por el debido reconocimiento de los aportes de los adultos mayores en la familia y la sociedad fue hecho por los Obispos mexicanos. |
Los prelados mexicanos recordaron el protagonismo de grandes figuras de avanzada edad en el plan de salvación de Dios y las condiciones propias de la vejez que representan una ventaja en la vida espiritual y una herencia para las demás generaciones. «Incluso, la fragilidad humana, que se hace más visible en la ancianidad, nos demuestra que todos nos necesitamos y nos enriquecemos mutuamente», recordaron los Obispos.
La Conferencia del Episcopado Mexicano también rindió homenaje a la sabiduría propia de la vejez, alabada por San Jerónimo, y la práctica de las virtudes cultivadas durante la vida. «Estas «armas defensivas»», comentaron los Obispos, «permiten al adulto mayor enfrentar el sufrimiento causado por la enfermedad, la soledad u otras situaciones relacionadas con la edad avanzada». Entre ellas, destacaron que «el don de la fe le ayuda a descubrir que nunca está sólo; que Dios está con él, dando sentido a su vida y ofreciéndole una esperanza tan grande y definitiva, que hace que valga la pena el esfuerzo del camino».
Los prelados hicieron una llamado a reconocer el don de de la vida como algo «demasiado bello y precioso para que nos cansemos de él», según predicó el Beato Juan Pablo II, y rechazaron la visión negativa de la vejez, producto cultural de «una mentalidad que pone en primer término la utilidad inmediata y la productividad». Por este motivo exhortaron a los fieles a no olvidar a los adultos mayores y honrar su dignidad otorgándoles el importante papel que les corresponde en la transmisión de los ideales y valores.
«Procuremos construir una sociedad que valore, respete, incluya, promueva y asista a los ancianos», solicitaron los Obispos. «Reconozcamos, agradezcamos y apoyemos aquellas loables iniciativas que les brindan cuidado y aquellas que les permiten seguir cultivándose física, afectiva, intelectual, espiritual y socialmente, y ser útiles a los demás, teniendo presente aquella sentencia de Cicerón: «La ancianidad es llevadera si se defiende a sí misma, si conserva su derecho… si hasta su último momento el anciano es respetado entre los suyos»», concluyeron.
Con información de Conferencia del Episcopado Mexicano.
Deje su Comentario