Detroit (Jueves, 12-09-2013, Gaudium Press) Ante la reciente noticia de la ordenación inválida de una mujer en Estados Unidos y su consecuente debate en medios de comunicación, el Refrendario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y experto canonista norteamericano Edward Peters comentó que muchas personas desconocen el verdadero sentido del documento del Beato Juan Pablo II que cerró definitivamente la posibilidad de dichas ordenaciones dentro de la Iglesia Católica.
La Iglesia no tiene potestad para alterar el sacramento del Orden a fin de admitir a las mujeres al sacerdocio, explicó el canonista. |
«Cada vez que estas mujeres afirman que tienen orden sacerdotal por el hecho de que fue conferida a una primera mujer por un Obispo rebelde, evitan un punto crucial de la Ordinatio sacerdotalis de Juan Pablo II», comentó. Según el experto, dicho documento no trata la naturaleza misma del sacramento del Orden, ni fue escrita sobre la naturaleza de las mujeres. Dicha Carta Apostólica, en cambio, «es eclesiológica (acerca de la naturaleza de la Iglesia). Si se comprende eso se tiene la esencia del asunto».
Lo que la Iglesia no está autorizada a cambiar
En lugar de los contenidos que comúnmente se debaten, la determinación explicada en la Carta Apostólica está sustentada un argumento diferente: La Iglesia «no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal». Por este motivo el documento «no se trata del Orden, ni incluso de las mujeres: es acerca de la Iglesia y lo que Jesús autorizó a su Iglesia a hacer».
Peters afirmó que si bien pueden haber razones sacramentales o de otro orden que podrían apoyar la ordenación exclusiva de varones como sacerdotes, de lo que existe plena seguridad es que «hay obstáculos eclesiológicos para las mujeres sacerdotes. Obstáculos permanentes e insuperables», afirmó.
«Piénsenlo de esta manera», sugirió el Refrendario, «Si San Gabriel (Arcángel) apareciera en gran esplendor sobre la Basílica de San Pedro y proclamara: «Sólo para que puedan saberlo, las mujeres son ontológicamente capaces de recibir el Orden Sacerdotal», ni una coma de la Ordinatio tendría que cambiar», comentó. Peters incluso describió una hipotética pregunta al ángel después de su anuncio, sobre si entonces se deberían ordenar mujeres en la Iglesia, a lo cual el ángel respondería negativamente, ya que Cristo no otorgó esa autoridad a su Iglesia.
Según el canonista, comprender este aspecto facilita entender el motivo por el cual quienes actúan en contra de esta determinación incurren en la pena de excomunión. En este punto Peters evitó tratar más profundamente este aspecto, ya que las mujeres involucradas en la ordenaciones inválidas han manifestado públicamente no prestar atención alguna a las normas de la Iglesia en esa y otras materias graves.
Deje su Comentario