Dublín (Jueves, 03-10-2013, Gaudium Press) El P. Kevin Doran, sacerdote irlandés y miembro de la Junta de Gobierno del Mater Hospital anunció su retiro de la institución debido a la nueva legislación que legaliza parcialmente el aborto. «La eliminación directa de la vida del no nacido – como está previsto en la sección 9 de la ley – es contrario a la doctrina de la Iglesia y, aunque no es la única preocupación que tengo con la ley, es la más seria», declaró el sacerdote. «Yo no podría en conciencia otorgar mi adherencia no calificada a la norma».
Padre Kevin Doran, sacerdote de la Arquidiócesis de Dublín. Foto: IEC2012. |
El P. Doran aclaró que su decisión se motiva exclusivamente en la ley aprobada y que la legislación vigente hasta el momento no representaba ningún problema moral o médico. Según explicó, la norma establecía «el tratamiento médico esencial para las mujeres durante la gestación en el curso del cual el no nacido podría morir como una consecuencia no deseada e inevitable». Este es el principio de doble efecto que permite tratar de forma lícita a las madres en riesgo e intentar salvar su vida y la de sus hijo. «Nunca tuve problema con eso», comentó el presbítero.
La decisión del sacerdote se conoció después de que el hospital anunciara su acatamiento de la nueva norma que prevé la realización de abortos en casos «de riesgo de vida de la madre» y que incluso admite el riesgo de suicidio entre las causales, lo cual fue ampliamente criticado. El gobierno irlandés aseguró que admitiría objeciones de conciencia individuales pero no la de 25 instituciones clasificadas como «apropiadas» para llevar a cabo los abortos.
La renuncia del P. Doran no fue la única reacción a la declaración de acatamiento. El Arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, hizo un llamado para que el centro hospitalario honre su «gran tradición de cuidar de embarazos muy difíciles y hacerlo bien, dentro de la ética». El Hospital fue fundado por las Hermanas de la Misericordia, y el Arzobispo recibe el título de Presidente, pese a que no tiene poder de decisión dentro del gobierno del hospital. Amparado en esta autoridad, el prelado manifestó al informativo Irish Independent que solicitaría una clarificación a las directivas sobre el significado de la declaración.
La interpretación de la Iglesia local frente a esta ley es que la admisión del aborto no puede significar su imposición. «Es una ley permite más que exigir», comentó el Arzobispo. «Dice que es posible hacer algunas cosas pero no dicta decisiones médicas. Si el hospital ha sido tan bueno en el pasado trabajando dentro de su ética, espero que sea posible que esto suceda en el futuro».
Con información de Catholic Ireland.
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