Seúl (Sábado, 12-10-2013, Gaudium Press) Una reflexión sobre el sacerdocio y la debida preparación para este ministerio fue el centro del mensaje del Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a los seminaristas y formadores de Corea del Sur. El purpurado sostuvo un encuentro en el Seminario Mayor de Seúl el pasado 05 de octubre y expuso el ideal al cual debe apuntar el candidato al Orden Sacerdotal. «Que sea un hombre de Dios, un hombre de oración», afirmó.
Cardenal Fernando Filoni. Foto: Michele Mariano |
El Card. Filoni destacó el crecimiento de la Iglesia coreana y su respuesta «con más de 1.500 jóvenes, a las necesidades pastorales futuras». su saludo se extendió a la totalidad de los alumnos de los seminarios de Corea y sus educadores. «El tiempo que pasáis en el seminario es un tiempo de discernimiento, de orientación y preparación para el servicio de Dios y de la Iglesia», comentó el purpurado.
El Prefecto expresó que la misión de la formación de los próximos sacerdotes es una tarea crucial a la cual se debe enfocar suficiente esfuerzo: «Deseo subrayar que la responsabilidad recae en los obispos y los formadores, los cuales no pueden dar a esta tarea una pequeña parte de su tiempo o una atención parcial».
El ideal de sacerdote
El objetivo marcado por el Cardenal para los futuros presbíteros corresponde al perfil del sacerdote necesario en la época actual: «Que sea un hombre de Dios, un hombre de oración, un amante de la Liturgia de las Horas y de la oración personal; un hombre de gran virtud y caridad», exhortó el Prefecto. Además de esta condición, los nuevos sacerdotes deben estar formados profundamente en la Palabra de Dios y la sabiduría divina, según explicó.
Esta vida espiritual debe hacer trascender las responsabilidades y trabajos temporales del sacerdocio, por lo cual el Cardenal Filoni instó a los aspirantes a no concebirse como «burócratas o administradores de las cuestiones religiosas como de una asociación piadosa u organización no gubernamental (ONG). También alertó contra el convertirse en «ideólogos de un mensaje evangélico de tipo socializante según una lectura adecuada a las ciencias políticas y sociales», o asumir el rol de un «psiquiatra inmanente y autorreferencial, carente de la trascendencia y de la misión, y menos aún un tipo elitista, o que está lejos de la realidad, en un contexto de pesimismo sin cuerpo, lejos de Dios y los hombres”.
El Prefecto, responsable de guiar las actividades misioneras de la Iglesia, agradeció a los Obispos, profesores y demás formadores por su labor en los Seminarios. «Quiero asegurarles, queridos seminaristas, que también nuestra Congregación les sigue con mucha atención. Ustedes representan la esperanza de la Iglesia en Corea, una Iglesia viva y muy admirada en el mundo católico, así como en esta región de Asia», concluyó.
Con información de Zenit.
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