Ciudad del Vaticano (Miércoles, 16-10-2013, Gaudium Press) En la Santa Misa celebrada en la mañana de este martes 15, el Papa Francisco alertó a los fieles que estaban presentes en la Casa Santa Marta, sobre los vicios de la idolatría y la hipocresía, que se pueden presentar incluso en alguien que quiera llevar una vida cristiana.
A propósito de la tentación de estos pecados, el Santo Padre recomendó la práctica de los Mandamientos del amor a Dios y al prójimo.
Las «trampas», con las cuales los fieles conviven diariamente, inspiraron la reflexión del Papa, que, a través de las palabras de San Pablo (Carta de San Pablo a los Romanos 1,16-25), estigmatizó el pecado de la idolatría, que adora más las criaturas que al Creador.
«El egoísmo del propio pensamiento, el pensamiento omnipotente… yo pienso la verdad y hago la verdad con mi pensamiento».
Afirma el Pontífice, a pesar de las críticas hechas por San Pablo, hace más de dos mil años, la idolatría continúa manifestándose en otras formas y modos, pues «aún existen muchos ídolos y muchos idolatras que se creen ‘sabidos’, inclusive entre nosotros, cristianos, que cambian la gloria incorruptible de Dios con la imagen del propio ‘yo’, mis ideas, mi comodidad».
«Jesús aconseja: no mire las apariencias, vaya directamente a la verdad. Si es vanidoso, carrerista, ambicioso; si se alaba a sí mismo porque se cree perfecto, pida un poco de limosna y esto va curar su hipocresía», explicó el Papa.
Concluyendo, el Santo Padre afirmó: «Esta es la estrada del Señor: adorar a Dios, amar a Dios sobretodo, y amar al prójimo. Tan simple, pero tan difícil». (LMI)
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