Ciudad del Vaticano (Jueves, 17-10-2013, Gaudium Press) El Santo Padre envió Carta al presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Giuseppe Bertello, en la cual cita las peculiaridades específicas de los funcionarios al servicio de la Santa Sede y las responsabilidades de quien debe cuidar de la formación humana y cristiana de ellos.
En la carta, el Papa recuerda que los funcionarios de la Gobernación, «hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos y laicos, que trabajan en los varios dicasterios y reparticiones al servicio de la Santa Sede», en sus distintos sectores, son parte significativa de esta particular comunidad de trabajo.
La carta fue escrita por ocasión de la elevación episcopal del Padre Fernando Vérgez Alzaga, que recientemente fue indicado para ejercer las funciones de secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Recordando al Papa Juan Pablo II, el Papa afirma que esta comunidad de trabajo tiene un carácter «unitario, incluso en las diferentes tareas», y «debe tener claras las principales verdades de la doctrina católica sobre el trabajo humano» y, al mismo tiempo, «la peculiar ligación con la Sede Apostólica», en contacto directo con el Sucesor de Pedro.
Es de la naturaleza específica de la Sede Apostólica, con su misión espiritual y pastoral en favor de la Iglesia de Roma y de la Iglesia Universal, de donde deriva -resalta el Pontífice- «la especial responsabilidad de aquellos que están ligados a ella con el vínculo de trabajo y el empeño de escrupulosa fidelidad a todas las tareas y deberes atribuidos en la laboriosidad, el profesionalismo y la honestidad de vida», resalta el Papa.
El, Papa Francisco, recordando recomendaciones todavía de Juan Pablo II, afirma que «los funcionarios de la Santa Sede deben, por tanto, tener la profunda convicción de que su trabajo comporta en primer lugar una responsabilidad eclesial a ser vivida en espíritu de auténtica fe, y de que los aspectos jurídico-administrativos de la relación con la Sede Apostólica se colocan en una luz particular».
El Santo Padre finaliza sus recomendaciones afirmando que «cabe al secretario general de la Gobernación cuidar de modo directo de la formación humana y cristiana de los funcionarios y colaboradores, coordinar a los sacerdotes encargados de la asistencia espiritual que ya están presentes en los varios sectores, promover oportunas iniciativas, especialmente en concomitancia con los programas pastorales de la Iglesia universal y en los tiempos fuertes del año litúrgico.» (JSG)
De la Redacción, con informaciones Radio Vaticana.
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